Familiares, amigos y representantes institucionales han recordado este miércoles con una ofrenda floral al cocinero Ramón Díaz García, asesinado por ETA hace 21 años, cuando se disponía a ir a su trabajo en la Comandancia de Marina de San Sebastián.
El acto, organizado un año más por el Club Deportivo Loiolatarra, y celebrado en el lugar del barrio donostiarra de Loiola donde tuvo lugar el atentado las ocho de la mañana, ha estado presidido por los hijos de la víctima, Aintzane y Arkaitz Díaz, y ha consistido en una ofrenda floral junto a la foto de Ramón Díaz y un minuto de silencio.
Asimismo, en el homenaje han estado presentes allegados de la víctima, representantes institucionales como el subdelegado del Gobierno en Gipuzkoa, Guillermo Echenique, el Comandante Naval de San Sebastián, Javier Mateos, del subdelegado de Defensa, José Chaín, y ediles del Ayuntamiento donostiarra, entre otros.
Arkaitz Díaz ha afirmado que, pese a los años transcurridos, es un día "duro", ya que vuelven a recordar todo lo que vivieron en esa jornada en que se produjo el atentado de su padre. Asimismo, ha mostrado su agradecimiento al Club Loiolatarra por que es "bonito" que organice cada año este homenaje en su memoria, pese a lo "triste" que es recordar su ausencia.
Díaz ha manifestado que la familia no tiene un sentimiento de falta de reconocimiento oficial o institucional en su caso y ha destacado que la sociedad vasca "está dando pasos". "Eso es lo importante y así debe de seguir, dando pasos y mirando hacia delante", ha expresado.
Por su parte, Guillermo Echenique, en un comunicado, ha querido destacar que a Ramón Díaz "le asesinaron por trabajar como cocinero en la Comandancia Naval de su ciudad". "Si algo se puede decir de sus asesinos es que representan lo peor del País Vasco, porque matando a Ramón, como a cualquiera de sus otras víctimas, los pistoleros de ETA se convirtieron en traidores al propio País Vasco, a sus gentes, a sus servidores públicos, y a su historia", ha remarcado.
"Ramón -donde esté -debe saber que los asesinos de ETA le quitaron la vida, pero que aquí, en San Sebastián, quedaron una familia y unos amigos magníficos que le quieren y le recuerdan cada día, y que todos los años le homenajean justo a la hora en que una bomba lapa se lo mató", ha concluido.