El 'no' a la ley de amnistía ha generado inquietud en sectores de JxCat, que se encuentran a la expectativa de un posible pacto con el PSOE, si bien el grueso del partido y de la dirección ha cerrado filas con el expresident Carles Puigdemont, según diversas fuentes de la formación consultadas por EFE.
En menos de dos semanas, la posición de JxCat ha cambiado por completo: de defender una ley de amnistía que dejaba ver "en el horizonte el retorno de Carles Puigdemont", como dijo Jordi Turull el 13 de enero ante el consell nacional de Junts, al 'no' anunciado el martes por Míriam Nogueras en el Congreso de los Diputados.
¿Qué ha motivado el giro de Junts en relación con la ley? ¿Cómo ha sentado el cambio en los diferentes estamentos del partido?
El desencadenante del viraje de JxCat tiene nombre y apellidos: Manuel García-Castellón, juez de la Audiencia Nacional que imputó por terrorismo a Carles Puigdemont el 25 de enero, en el marco de la causa de Tsunami Democràtic.
El movimiento encendió las alarmas en JxCat y en su equipo jurídico, encabezado por el abogado Gonzalo Boye, que detectó 'grietas' en el documento pactado con el PSOE, como verbalizó el propio Boye en declaraciones a Vilaweb el día 27: "Caerán muchos".
El 'no' definitivo cristalizó en una reunión de la permanente del partido -el órgano de dirección más restringido- el 30 de enero, horas antes de la votación.
El martes por la mañana, después de la permanente, la Ejecutiva de Junts celebró una reunión telemática, de unos 45 minutos, en la que Turull intervino inicialmente para dejar claro que la ley de amnistía, tal y como está redactada ahora, no ampararía a Puigdemont ni a otros encausados por el 'procés' ante la actuación de determinados jueces, según fuentes consultadas por EFE.
Tras la taxativa intervención de Turull, no hubo pronunciamientos en contra de bloquear la aprobación de la ley hasta conseguir las garantías reclamadas.
El ascendente de Puigdemont sobre el partido -en el que no ostenta ningún cargo directivo pero ejerce un indiscutible liderazgo moral- fue clave, según diversas fuentes consultadas, para decantar el voto del martes hacia el 'no', así como la 'influencia' de Boye sobre Puigdemont.
Sin embargo, sectores del partido consideran que el voto en contra del pasado martes en el Congreso, defendido con vehemencia por Míriam Nogueras, "desconcierta" al electorado soberanista, al que en las últimas semanas se le había trasladado el mensaje de que la ley de amnistía era impecable.
De hecho, el pasado sábado, RTVE emitió un debate en el que el exconseller y eurodiputado de Junts Antoni Comín hizo una defensa a ultranza de la ley: "Devuelve a España a la Unión Europea", afirmó.
Aunque de puertas hacia fuera los dirigentes de JxCat cierran filas con la decisión, en el seno del partido no todo el mundo la ha recibido igual.
"Hay dudas sobre todo en el cómo. Los argumentos son compartidos y se entienden. Pero la gente es escéptica sobre la imagen que proyectamos y si nos están entendiendo", señala un cuadro del sector pragmático.
Cargos territoriales consultados por EFE coinciden en señalar que hay división de opiniones, aunque descartan que haya debate interno. Uno de los argumentos más repetidos es la dificultad de "explicar" el cambio de posición, y hay quien cree que se está "tensando demasiado la cuerda" con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Por ahora, el 'no' a la amnistía se ha cobrado la primera baja en JxCat: el exconseller de Interior Miquel Sàmper ha roto el carné alegando la "brecha ideológica y de formas" que le separa del partido.
El debate sobre la amnistía se ha producido la misma semana en la que JxCat ha decidido expulsar de su grupo en el Parlament a Cristina Casol, que denunció ser víctima de "acoso por razón de género".
Aunque no ha tenido nada que ver con el caso, algunas fuentes consideran que esta coincidencia puede ayudar a eclipsar un episodio en el que "todo el mundo ha actuado mal" y era "imposible" encontrar vías de conciliación.
Si bien las palabras de este jueves de Pedro Sánchez han tenido un efecto balsámico en la dirección de JxCat, que ahora ve más cerca el acuerdo, el resultado final de las negociaciones con el PSOE podría tener otras consecuencias.
"Si no llegamos a un acuerdo, habrá gente muy dolida", indica una voz del sector pragmático de Junts, que también cree que según qué pacto con el PSOE podría generar malestar en el sector unilateralista.