Los grupos parlamentarios del PP y el PSOE han registrado este viernes en el Congreso de los Diputados una iniciativa conjunta para reformar el artículo 49 de la Constitución que elimina el término “disminuidos”, sustituyéndolo por el de personas con discapacidad, como reclamaba este colectivo.
Estos partidos han cumplido así el plazo que fijaron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, para registrar esta iniciativa antes de que finalizase el año, con el objetivo de que quede aprobada en el mes de enero.
El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, han sido los encargados de negociar una reforma que se tramitará por la vía de urgencia y en lectura única para que sea tomada en consideración y votada en un pleno monográfico en enero, como ambos han destacado en sendos comunicados.
La reforma, la tercera que vive la Constitución de 1978, entrará en vigor el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y recoge que se regulará “por ley” la “protección especial” para que las personas con discapacidad ejerzan los derechos previstos en el Título I de la Carta Magna.
El artículo quedará redactado así: “1. Las personas con discapacidad ejercen los derechos previstos en este Título en condiciones de libertad e igualdades reales y efectivas. Se regulará por ley la protección especial que sea necesaria para dicho ejercicio”.
Y continúa: “2. Los poderes públicos impulsarán las políticas que garanticen la plena autonomía personal y la inclusión social de las personas con discapacidad, en entornos universalmente accesibles. Asimismo, fomentarán la participación de sus organizaciones, en los términos que la ley establezca. Se atenderán particularmente las necesidades específicas de las mujeres y los menores con discapacidad”.
En la exposición de motivos se recuerda que el artículo 49 colocó en su momento a España “a la vanguardia” de la protección de las personas con discapacidad pero que a día de hoy “resulta patente que la redacción original del artículo 49 (...) precisa de una actualización en cuanto a su lenguaje y contenido, y para reflejar los valores que inspiran la protección de este colectivo”.
Reformar este artículo de la Constitución fue uno de los pocos acuerdos que el presidente del Gobierno y el líder de la oposición adoptaron en su encuentro del pasado 22 de diciembre, junto con el compromiso de retomar la negociación para renovar y reformar el Poder Judicial con supervisión de la Comisión Europea.
Sánchez y Feijóo se comprometieron además a ceñir la reforma al artículo 49, a impedir que otros grupos cuelen otros debates sobre el texto constitucional a través del proceso de enmiendas y a que este cambio no se someta a referéndum, algo que pueden pedir el 10 % de los diputados o de los senadores.
El cambio del artículo 49 de la Constitución, el tercero que vive la Carta Magna, ha sido una asignatura pendiente durante casi dos décadas, desde que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero se hiciese eco de la reivindicación del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), que reclamaba el fin de una terminología obsoleta y peyorativa.
Zapatero propuso una modificación de consenso que incluyese también la reforma del Senado, pero no logró que saliera adelante. En 2018, Pedro Sánchez ciñó la propuesta de cambio al artículo 49 y la reforma comenzó a tramitarse en el Congreso en 2021, donde se topó con la enmienda a la totalidad tanto de Vox como del PP, entonces dirigido por Pablo Casado.
La llegada de Alberto Núñez Feijóo al liderazgo del PP permitió desbloquear la negociación y ambos partidos acordaron un texto común que no se llegó a aprobar por la convocatoria de elecciones generales y que ahora sí iniciará su andadura en el Congreso.
Pese a que el contexto actual sigue siendo de polarización, este pacto ha conseguido al fin abrirse camino para que la denominación de “disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos” se quede en el pasado, al que pertenece.