El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llamado a la movilización de los progresistas para no sufrir "el poder destructor" de la derecha y extrema derecha, mientras que el PP sigue en la defensa de su política de pactos y apunta a la libertad de sus dirigentes autonómicos y municipales, siempre que no implique "traicionar" los ideales populares.
La precampaña a las elecciones del 23-J sigue en marcha este fin de semana con los pactos entre PP y Vox en el centro de la diana política, con el PSOE que advierte que "no se puede justificar lo injustificable" en el retroceso de la lucha contra la violencia machista o derechos Lgtbi+, el PP escudado en "mantener la gobernabilidad de las instituciones" allí donde ha desbancado a la izquierda y Vox reclamando "sensatez" a los populares con el fin de reproducir el pacto de Valencia en Extremadura, Murcia o Baleares.
En palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los votantes progresistas deben movilizarse el 23-J ante "el poder destructor" de la política de la derecha y extrema derecha que están, ha advertido, situando a negacionistas antivacunas al frente de parlamentos, retirando banderas Lgtbi+ o intentando prohibir concentraciones contra la violencia machista, mientras trasladan a la ciudadanía que quienes no votan como ellos son "la antiespaña".
Sánchez, que ha intervenido en un mitin en Canarias, ha criticado el "intercambio impúdico entre derechos y votos" que está llevando a cabo el PP y Vox.
Ha sostenido que los retrocesos pueden producirse cuando alguien se piensa que "no va a pasar nada" por no ir a votar, pero se encuentra a la mañana siguiente con que se crean "áreas libres de Lgtbi+", se retiran banderas y se niega la violencia machista, ha insistido.
En filas socialistas, la ministra de Ciencia, Diana Morant, ha acusado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de colocarse "más a la derecha que el propio José María Aznar" por haber entregado las instituciones "a los principios de Vox"; y el líder del PSC, Salvador Illa, ha pedido al PP que "aclare" sus criterios políticos porque entiende que no es aceptable que la tolerancia a la violencia machista sea una línea roja en Extremadura pero no en Valencia.
Por su parte, el PP, a través de su vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, ha insistido en que sus dirigentes municipales y autonómicos tienen "libertad" para negociar los diferentes gobiernos, con la condición de "no traicionar" los ideales populares, en una intervención en la que ha evitado citar a Vox.
Desde Ferrol, ha dicho a Sánchez que aproveche su visita a Canarias para explicar el caso Mediador y ha reiterado: "Hemos dado libertad a cada territorio para decidir los pactos que deben garantizar la gobernabilidad de las instituciones".
En este escenario, Vox sigue elevando la presión sobre los populares por los pactos autonómicos que siguen enquistados en varias autonomías.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha subrayado este mismo sábado que “queda un mes para liberar a España” del socialismo, el comunismo y los separatismos, pero ha advertido que, para ello, es necesario contar con la “sensatez” del PP que ha imperado en Valencia.
Ha pedido al PP que “se baje del burro” y acabe ya con la “ceremonia de la confusión” que supone intentar pactar con ellos al tiempo que les insulta, una actitud que sólo dificulta la tarea de “salvar a España de la catástrofe”.
Por su parte, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha evitado el cruce de reproches y ha expresado en un acto en Madrid que la campaña electoral "no va del futuro de ningún político, ni de (Alberto Núñez) Feijoo", sino de los ciudadanos, y ha desgranado medidas de corte económico o social, como un ingreso de mil euros "para los que están sufriendo el coste de la vida" o la reducción de la jornada laboral para "trabajar menos para vivir mejor".