Felipe VI, junto a la reina Letizia, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presidieron ayer la ceremonia de la Pascua Militar en el Palacio Real de Madrid, un evento marcado por la guerra de Ucrania y el compromiso de España ante la OTAN de elevar el presupuesto de Defensa.
Después de dos años en los que la pandemia obligó a reducir el aforo y a que los invitados portaran mascarillas, el acto recuperó la normalidad en cuanto al número de asistentes, con 169, y se cerró con un cóctel posterior a los discursos.
Además de la ministra de Defensa, Margarita Robles, estuvieron también en el Palacio Real el de Interior, Fernando Grande-Marlaska; el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante Teodoro López Calderón; los mandos de los tres Ejércitos, y la directora general de la Guardia Civil, entre otras autoridades.
En su discurso, Felipe VI defendió la importancia de aumentar el presupuesto militar para dotar a las Fuerzas Armadas de mejores recursos y afrontar el desafío surgido por la “injustificable, ilegal y brutal” agresión de Rusia a Ucrania, dijo. Así, el rey respaldó el compromiso del Gobierno formalizado ante la OTAN de elevar el presupuesto militar hasta situarlo en el 2% del PIB en 2029.
“La guerra de Ucrania, además de nuestras contribuciones a la seguridad colectiva y compromisos internacionales con la paz y la estabilidad en diversos escenarios mundiales, ha hecho evidente la importancia de invertir en Defensa”, comunicó. Para el jefe del Estado, la agresión rusa a Ucrania “afecta a todos los países”, por lo que además de mejorar las capacidades militares, obliga a mantener la unidad de acción con los socios y aliados de la OTAN y de la UE.
“Esta guerra, lejos de socavar la unidad y provocar fisuras entre todos los que defendemos el derecho internacional, la libertad, la paz, los valores democráticos y un orden internacional basado en reglas, lo que consiguió es reforzar nuestra cohesión y presentar un frente común frente a la invasión de Ucrania”, enfatizó.