El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, pedirá al presidente de China, Xi Jinping, que siga implicándose en la resolución de la guerra en Ucrania, y aunque ve puntos interesantes en su propuesta para la paz, subrayará que no puede haber equidistancia ante el conflicto porque hay un claro agresor, Rusia.
Ese es el planteamiento que llevará Sánchez a la reunión que mantendrá con Xi en Pekín el próximo viernes, día 31, en el marco de la visita oficial al país durante la que se entrevistará con otras altas autoridades y tendrá también una agenda de carácter económico.
Su primer acto se enmarca precisamente en este ámbito porque se desplazará directamente a la isla de Hainan para participar en el Foro Económico de Boao, considerado como el Davos asiático, y que este año se desarrolla con el lema “Un mundo incierto: solidaridad y cooperación para el desarrollo en medio de retos”.
Según los organizadores, se espera la asistencia de más de 2.000 representantes de 50 países, y Sánchez intervendrá en su apertura junto a otros lideres invitados y el primer ministro chino, Li Qiang.
Será una de las primeras intervenciones públicas del nuevo primer ministro chino tras su nombramiento el pasado 11 de marzo durante la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular.
El presidente del Gobierno, que viajará acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, será el primer líder europeo que visita el país después de esa elección y también el primero tras la reunión de Xi en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Putin escuchó los planteamientos para la paz que le trasladó Xi y Sánchez conocerá directamente de boca del presidente chino algunos detalles de esa propuesta en la que ya dijo que ve aspectos interesantes.
No obstante, si ya avanzó días atrás que cualquier diálogo de paz debe partir de las condiciones que plantee Ucrania, fuentes del Gobierno han insistido este martes en que recalcará que no comparte la equidistancia de China ante las partes en conflicto.
A su juicio, está claro que hay un agresor, la Rusia de Putin, y un país agredido, Ucrania, y así lo reiterará a Xi insistiendo en que esa es una posición que respalda de forma unánime la Unión Europea.
La defensa de esa posición común no significa sin embargo que viaje como mediador o como portavoz de la UE, ya que la visita, aunque tendrá inevitablemente como argumento central la guerra, se ha concretado a invitación del presidente chino por el 50 aniversario de las relaciones entre los dos países.
Para el Gobierno, es muy importante escuchar de primera mano la posición de un actor global como China ante asuntos que atañen a la estabilidad mundial.
Ante la posibilidad de que el Gobierno vaya a contactar con el entorno del presidente ucraniano, Volodímir Zelenksi, con motivo de esta visita, las fuentes oficiales afirman que hay contactos continuos y que en Ucrania saben cual es la posición española.
Sí le gustaría al Ejecutivo que después de la reunión de Xi con Putin pueda hacerse realidad una conversación entre el presidente chino y Zelenski.
Sánchez se reunió con Xi en la cumbre del G20 de Bali, donde se gestó la visita que va a realizar a Pekín y en la que ya le pidió que se implicara en la resolución de la guerra.
El jefe del Gobierno prevé exponer también al líder chino algunas de sus prioridades para la presidencia española de la UE en el segundo semestre de este año y abordar otras cuestiones como la lucha contra el cambio climático, la seguridad alimentaria, la crisis de deuda
Desde el punto de vista económico, Sánchez aprovechará el Foro de Boao para reunirse con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la búlgara Kristalina Georgieva, y con representantes de Mitsubishi y Astrazeneca ante la posibilidad de que puedan desarrollar nuevas inversiones en España.
Al día siguiente, en Pekín, se verá con empresarios españoles asentados en China y con representantes de turoperadores chinos para las visitas turísticas de grupos a España después de que las autoridades hayan levantado ya la prohibición que existía a causa de la pandemia.
La relación bilateral estará muy presente en el encuentro de Sánchez en Pekín con el primer ministro Li, y también se entrevistará con el presidente de la Asamblea Popular China, Zhao Leji.
En el marco de las relaciones comerciales (China es el primer proveedor de España con una balanza muy favorable para el país asiático), Sánchez abordará con algunos de sus interlocutores la situación del acceso de las exportaciones españolas de carne a China.
España aspira igualmente a que se puedan suavizar las barreras no arancelarias sobre sus productos agroalimetarios.