Galicia es una de las Comunidades Autónomas de España con una importante tradición textil. Una fama que no solo se le debe al grupo Inditex, pues marcas de moda sostenible gallegas, como Slowcracy, luchan por cambiar las reglas del juego, apostando por una producción que cuide el medioambiente.
Al frente de Slowcracy se encuentra Tamara Alonso, una viguesa que, mientras cursaba Administración y Dirección de Empresas, hacía sus pinitos dentro de la industria de la moda. Inicios que le permitieron conocer, de primera mano, cómo funcionaban las grandes multinacionales de moda.
Harta de las malas prácticas llevadas a cabo por la conocida como fast-fashion, en primavera del 2019, Alonso se puso manos a la obra para crear su propia marca de moda sostenible: Slowcracy.
Slowcracy, como no podía ser de otra manera, es una firma de ropa ética y sostenible, que trata de cambiar el modelo de consumo textil actual, conocedora de que la industria en la que se mueve es la segunda más contaminante del planeta.
La filosofía de Slowcracy puede sentirse al adquirir una de sus camisetas, prendas insignia de la marca, aunque también fabrican otros artículos como pantalones. Estas se elaboran con materiales de alta calidad para que los tejidos sean duraderos y permanezcan, tras muchos años de uso, en perfecto estado.
Un objetivo posible, y realista, que no tiene más secreto que la elección del algodón orgánico peinado ringspun como materia prima. Y es que esta clase de fibra textil proporciona a la prenda mayor resistencia, haciéndola más suave al tacto.
Pero en Slowcracy tienen claro que, además, la ropa puede erigirse como un altavoz de nuestra forma de ser, un elemento clave para expresar nuestra personalidad. Así, en su catálogo pueden comprarse prendas con frases ecologistas, feministas, LGBT-friendly o animalistas.