Los cuatro procesados por tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal al introducir en España sustancias estupefacientes impregnadas en la ropa que luego cocinaban en un hotel de Vigo en julio de 2023 han aceptado penas de cárcel de entre dos años y medio y un lustro.

La vista de conformidad se ha celebrado este miércoles en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, y en ella se han rebajado las penas de reclusión que solicitaba inicialmente la Fiscalía así como la multa económica, que ascendía a 1,46 millones de euros para cada uno de ellos.

En el caso de Yeray P.V., para el que solicitaban 10 años de prisión por la agravante de reincidencia, se ha aplicado la atenuante de drogadicción y ha aceptado una condena de 5 años de prisión por tráfico de droga y 10 meses por el de pertenencia a grupo criminal, así como el abono de 300.000 euros.

Para los otros tres, entre ellos un colombiano, solicitaba la Fiscalía 8 años de reclusión.
Tras el acuerdo entre las partes, Guillermo A.M., con la atenuante de drogadicción, y David S.O. afrontarán una condena de cuatro años y tres meses por tráfico de droga y 5 meses por el de grupo criminal, con multa de 300.000 euros.

Por su parte, Yosu Q.S. ha sido condenado a 2 años de cárcel por el primer delito y medio año por el segundo, con una multa de 100.000 euros.

En este último caso, se le ha suspendido la condena durante tres años con el requisito de que no delinca y abone una multa de 3 euros al día durante 12 meses (1.080 euros en total).

De acuerdo con el escrito de acusación, los cuatro integraban un grupo criminal dedicado a la introducción en España de cocaína procedente de Colombia impregnada en ropa para, una vez en Vigo, extraerla y hacerla llegar a distintos distribuidores y consumidores finales.

Uno de ellos, el que tiene condenas previas por narcotráfico, actuaba como jefe, según resulta de las vigilancias policiales y la investigación practicada en la causa.

El ciudadano colombiano voló el 9 de julio de 2023 desde Bogotá a Londres y, el día siguiente, de allí a Lisboa y, posteriormente, a Oporto, donde fue recogido por otros dos miembros del grupo y trasladado a Vigo, donde se alojó en el apartamento de un hotel reservado por el grupo con salida prevista para el 12 de julio.

Ese día, hacia las 15:00 horas, la recepcionista del hotel, al comprobar que no se había realizado la salida del apartamento ni se había confirmado la reserva para una noche adicional, acudió al apartamento y, al no recibir respuesta, convencida de que estaba libre, accedió y se encontró sustancias estupefacientes y útiles para la fabricación.

A continuación, cerró e informó del hallazgo a la Policía Nacional, que obtuvo autorización para entrar en el apartamento.

Cuando se presentaron allí, los agentes de encontraron al colombiano del grupo, que estaba 'cocinando' la cocaína.

Se intervinieron unos 5 kilos de esa sustancia con una presentación en pasta en proceso de elaboración y un valor en el mercado ilícito de entre 59.000 euros y 445.000, en función de si se vendiera por kilos, gramos o dosis.

También se localizaron los productos necesarios para su elaboración.

Mientras se estaba llevando a cabo la entrada y registro, se presentó en el apartamento otro de los acusados, que también fue detenido.

En el móvil del colombiano se encontraron vídeos en los que se reconocían varias calles de Vigo y otros en que se describían los pasos que tenían que seguir para disolver la cocaína, impregnarla en la ropa y recuperar la sustancia en pasta.