El acusado de haber incendiado en agosto de 2021 una vivienda en Padrón en la que vivía con su hermana, su cuñado y su sobrina habría amenazado previamente a sus familiares con que iba a "quitarse del medio" y llevarse a otros por delante, además de "quemar" la casa en la que convivían.
Así lo han manifestado los testigos que han declarado en la vista celebrada este miércoles en la sección sexta de la Audiencia Provincial, con sede en Santiago, en la que se juzga al acusado por incendio provocado y para el que la Fiscalía pide 15 años de prisión, además de la indemnización correspondiente a las víctimas por los daños causados en la residencia, que ascienden a 60.714,05 euros.
Según el escrito de la Fiscalía, el acusado accedió el pasado ocho de julio, en torno a las 20.00 horas, al interior del inmueble situado en el lugar de Bascuas, en Padrón, en el que convivía con su hermana, su cuñado y su sobrina.
En su escrito de acusación el Ministerio Público señala que se dirigió a la planta superior del inmueble "con ánimo de quemar la vivienda" y que, "pese a ser consciente del peligro que generaba para la vida e integridad física de su hermana y su sobrina, que sabía que se encontraban en el salón ubicado en la planta baja", utilizó un encendedor y una lata que contenía disolvente y con ellos "prendió fuego en cada una de las cuatro habitaciones de dicha planta".
Acto seguido y con idéntico ánimo, se dirigió a la planta baja y utilizando el mismo método, prendió fuego en una de las habitaciones.
Como consecuencia de esto, el inmueble se quemó "prácticamente en su totalidad, haciéndolo inhabitable" y para su extinción fue necesaria la intervención del Grupo de Emergencias Supramunicipal de Padrón.
El acusado fue detenido el mismo día de los hechos y fue decretada para él prisión provisional comunicada sin fianza, además de la prohibición de comunicarse por cualquier medio con las víctimas.
El supuesto autor de los hechos ha sido el primero en sentarse esta mañana en el banquillo y solo ha contestado a las preguntas de su abogado.
Su letrado, en una clara estrategia de reducir la pena, le ha preguntado únicamente por si era un consumidor habitual de alcohol.
Con la voz entrecortada el acusado ha confirmado que bebía alcohol "todos los días", concretamente "cubalibres", y que acudía al bar frecuentemente. Ha evitado declararse el autor material del incendio.
Posteriormente ha declarado la hermana del acusado, que ha señalado que la relación con su hermano era "buena", excepto en algunas ocasiones, cuando "bebía".
Si bien ha confirmado que consumía alcohol "todos los días", ha asegurado que no solía llegar en un alto estado de embriaguez y que a veces se ponía "un poco agresivo" pero que nunca llegó a agredir físicamente a ningún familiar.
Sí que ha afirmado que el acusado había amenazado varias veces con suicidarse, "quitarse del medio" y llevarse "todo por delante". Concretamente ha asegurado que mencionó alguna vez quemar la vivienda.
Respecto al incendio, ha declarado que se encontraba en el salón con su hija y que se percataron de un "fuerte temblor", pero que no fue hasta que su marido entró en el domicilio y les advirtió del humo cuando se dieron cuenta de que la parte superior de la vivienda estaba ardiendo.
La testigo no ha podido confirmar que viera a su hermano subir a la planta superior, pero sí ha expresado que escuchó los pasos del acusado y que percibió su silueta a través de la puerta, reconociendo que fue él quien subía al primer piso.
Tras percatarse del incendio, ha señalado que forcejeó con él, puesto que observó cómo llevaba un bote de disolvente en la mano, que consiguió arrebatarle.
Tanto esta testigo como su marido e hija salieron de la vivienda por una puerta y aguardaron en el exterior a los servicios de emergencia tras dar el aviso.
La testigo ha señalado que el acusado permaneció con ellos en el exterior sin intercambiar palabra y que se encontraba "tranquilo", con una "sonrisa cínica".
Posteriormente, una vez llegó al lugar la Policía Local, la testigo ha declarado que oyó cómo su hermano confirmaba que había sido el causante del incendio y que quería matarse y pedir "la eutanasia".
"Se notaba que estaba bebido, pero poco. Se sentó tranquilamente a esperar" ha declarado la testigo sobre el comportamiento del acusado tras el incendio.
La sobrina del acusado, que también ha prestado declaración, ha reconocido ser ella quien recogió a su tío del bar y que se había percatado de que su tío había bebido pero que "no estaba borracho".
Tras el incendio ha dicho que "estaba normal, con una sonrisa sarcástica": "Se fue a lavar las manos y se sentó a la mesa en el exterior como si nada", ha agregado.
Por último, el cuñado del acusado ha corroborado los hechos relatados por sus familiares y ha añadido que tras salir del inmueble el acusado portaba además un destornillador, que llegó a llevarse al cuello en una ocasión.
En el juicio han intervenido también como testigos dos agentes de la Policía Local, que han confirmado que el acusado les reconoció haber sido el autor del incendio.
Ambos han afirmado que el acusado estaba "bajo los efectos del alcohol", pero que "no estaba alterado" y que actuaba con cierta coherencia, a pesar de decir varias veces que quería "la pena de muerte" o "la eutanasia".
Agentes de la Guardia Civil también han testificado y han señalado que el acusado dijo varias veces que había sido él y que había hecho "lo que tenía que hacer".
Por último ha intervenido uno de los bomberos que se encargó de extinguir las llamas y que ha confirmado que se trataba de un incendio "provocado", con varios focos.
El juicio se retomará mañana con la declaración de otros testigos.