Ana Sandamil, la madre de Desirée Leal y única acusada por la muerte de la pequeña, ha hecho este lunes uso de su derecho a la última palabra para pedir “perdón” antes de la finalización del juicio en el que tanto las acusaciones popular y particular como el ministerio fiscal piden para ella una pena de prisión permanente revisable al considerarla culpable del asesinato.
El juicio, que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia ordenó repetir al considerar que el veredicto de culpabilidad no había quedado suficientemente motivado en el primero, ha quedado ya visto para sentencia.
Justo antes de su conclusión este mediodía, Ana Sandamil tomó la palabra para recordar que es una persona enferma “para siempre” y para pedir “perdón”.
“No sé lo que pudo pasar”, ha señalado en relación con la noche en la que murió su hija de 7 años. “Ella y yo estábamos muy unidas”, ha añadido.
“Pido perdón”, ha espetado, y se ha dirigido tanto a su familia como a la “familia paterna por los daños causados”.
Ha concluido su breve exposición con el ruego de “que se tenga en cuenta que padecía una enfermedad (mental) y padezco una enfermedad para siempre. Y nada más”.