Sogama estia que la bonificación del 10% en su canon durante los últimos tres años ahorró a sus usuarios 9.756.328 euros. En un comunicado difundido ayer, la empresa explicó que una gran mayoría de los concellos cumplían los dos requisitos exigidos para acogerse a las ayudas que eran “promover la reducción de la producción de residuos y/o el reciclaje de envases ligeros, y trasladar la rebaja al recibo de los vecinos”.

La empresa explica que en 2021, fueron 165 los entes locales que pidieron esta bonificación que se concedió a 152 de ellos. Este año la cifra asciende a 167.

“La disminución del canon será todavía mayor este año ya que, a la bonificación del 10%, que traerá consigo un ahorro estimado de más de 3.431.000 euros, se sumará la aplicación, por parte de la empresa pública, de una rebaja genérica del 5% para los 295 municipios adheridos a su sistema. En este caso, el canon bajará de los 69,48 euros/tonelada de 2021 a los 66,00 euros/tonelada. De acogerse a la bonificación, el importe se situará en 59,40 euros/tonelada, con la particularidad de que, adicionalmente, no se computará el IPC correspondiente (6,5%)”, explica la empresa en la nota de prensa difundida ayer.

Sogama vaticina que la rebaja podría llegar al 21%, lo que se traduciría en un ahorro superior a los 11 millones de euros para los bolsillos de los gallegos.

“Esta reducción del precio se lleva a cabo a pesar de las inversiones realizadas por la compañía en los últimos años, que ascienden a cerca de 90 millones de euros, y que le han permitido introducir importantes mejoras en su operativa, dotando de mayor eficiencia al servicio que presta a más de 2.240.000 habitantes” afirma la empresa.

El comunicado también estaca la “firme apuesta” por la industria 4.0. Sogama explica que para esto ha incrementado en un 45% la cantidad de materiales destinados a los centros recicladores para ser convertidos en nuevos productos, al tiempo que aminoró, respecto al año 2008, en más de un 98%, las toneladas depositadas directamente en el vertedero de Areosa, cuya superficie ya fue sellada en un 90%. “A día de hoy, opera un único vaso de vertido al que se llevan los rechazos, es decir, aquellas fracciones resultantes del proceso de tratamiento que, dadas sus características, no pueden ser recicladas ni valorizadas energéticamente”, recuerda Sogama.

“Con esta rebaja también se pretende aliviar la presión sobre las economías de las familias, fuertemente golpeadas por la crisis del Covid-19 y el implacable incremento del precio de la energía eléctrica, acrecentado por el conflicto de Ucrania” afirman.