La Fiscalía pidió la pericial del cuerpo de escritura, una solicitud que se conoce en coincidencia con el primer aniversario del hallazgo del cuerpo de la madrileña a la que se le perdió la pista el 22 de agosto de 2016 y cuyo cadáver se encontró el 31 de diciembre de 2017, dos días después del arresto del presunto culpable de su muerte violenta.
En la controvertida misiva, que data del 14 de febrero de 2018, "El Chicle" dice a sus padres que la abogada que lo asiste le contó que iban a pedirle homicidio, un delito penado de 10 a 15 años, les informa, "pero a los siete ya estaría fuera", explica acto seguido,
A esta información une un "tranquilos, vale", comentario apoyado por una suerte de mensaje de ánimo: "Sed fuertes y gracias por el apoyo".
Con la diligencia que plantea el Ministerio Público, de lo que se trata es de saber si este hombre muestra agresividad en su conducta y algún trastorno de tipo sexual.
Abuín Gey será procesado en solitario cuando se abra juicio oral con tribunal del jurado, -en una fecha todavía por determinar-, por los delitos de homicidio o asesinato, detención ilegal y con toda probabilidad contra la libertad sexual, algo en lo que se espera sea determinante la revisión de la necropsia que efectúa el prestigioso experto José Blanco Pampín, responsable de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia, de baja laboral cuando se hallaron los restos de esta chica en un pozo de una antigua fábrica de gaseosas de Asados, en Rianxo (A Coruña).
La reconstrucción del crimen, hecha en junio de 2018, es otra de las actuaciones practicadas en la ardua investigación de este suceso que conmocionó a España.
Si la investigación no se ralentiza, "El Chicle" podría sentarse en el banquillo este mismo año, pero, a falta de que tal extremo se confirme, lo que es seguro es que antes lo hará por el supuesto rapto de una chica en Boiro (A Coruña).
Hecho que se convirtió en un desencadenante para la detención de este varón, que ya estaba en el punto de mira, y que permitió dar con el paradero de Diana Quer.
Condujo él mismo a la Guardia Civil hasta la nave, situada muy cerca del lugar en el que viven sus padres, y en todo momento defendió que lo ocurrido se debía a un homicidio fortuito y sin vejaciones.
Del caso Diana Quer entiende el juzgado de primera instancia e instrucción número uno de Ribeira y, del de la otra joven, el dos, pendiente de poner fecha para la vista de unos hechos que se cree podrían ser constitutivos de los delitos de detención ilegal y agresión sexual, en grado de tentativa en ambos casos.
No es el único frente abierto para José Enrique, interno en régimen de prisión preventiva en la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León, y antes en Teixeiro y A Lama, ambas en Galicia.
Tuvo, en su pasado, una denuncia por violación interpuesta por la hermana gemela de su mujer, cuando todavía era menor, episodio que ha vuelto a reabrirse al apreciar la justicia similitudes entre este hecho y otros atribuidos al sospechoso.
A ello se suma la pena de dos años y medio de prisión por tráfico de drogas que él recurrió de manera infructuosa, porque se ordenó su ejecución en enero del año pasado.
Juan Carlos Quer, el padre de Diana Quer, sigue con su campaña por el mantenimiento de la prisión permanente revisable, la pena máxima que contempla el Código Penal en España, por considerarla imprescindible para crímenes de extraordinaria gravedad y crueldad como el de la profesora zamorana Laura Luelmo.
Diana salió a una fiesta en A Pobra do Caramiñal, donde veraneaba con su madre, con la que comparte nombre, y su hermana Valeria, y ya nunca regresó.
Este ayuntamiento coruñés la ha recordado con una declaración institucional en la que se pide un compromiso decidido en la lucha contra la violencia machista.