El Gobierno gallego ha dado 'luz verde' este miércoles al inicio de la tramitación de la nueva ley para el aprendizaje a lo largo de la vida adulta, que prestará especial atención a la población en riesgo de exclusión, al rural y a la modalidad 'online' de formación.

 

Así lo ha avanzado el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tras la reunión semanal de su Ejecutivo con la que arranca la elaboración de este anteproyecto legislativo que actualizará la norma que lleva en vigor desde hace 30 años para adaptarla "a las necesidades de la sociedad actual".

 

Entre las medidas que contempla, está la creación de un Instituto Galego para a Aprendizaxe ao Longo da Vida Adulta, que será un centro de referencia para homogeneizar estas enseñanza que se ocupará de desarrollar acciones formativas por medios electrónicos y promover nuevas tecnologías.

 

Además, la ley diseñará un catálogo formativo con las modalidades disponibles. En concreto, estas se dividirán en formación académica no universitaria --básicas iniciales, ESO, Bachillerato y preparación para obtención de títulos--; FP para adultos; enseñanzas de régimen especial --de idiomas, artísticas y deportivas--; las no regladas --competencias digitales, castellano, gallego y elementos básicos de cultura para la integración de inmigrantes--; y cursos 'online' abiertos.

 

En paralelo, el texto legislativo prevé que todo el proceso de formación a lo largo de la vida adulta esté apoyado por servicios de orientación que proporcionarán itinerarios personalizados para cada ciudadano.

El presidente de la Xunta ha explicado que la nueva ley parte de una importante reducción de las matriculaciones en el sistema de enseñanza para adultos "en los últimos años", principalmente "por la necesidad de actualizar" esta formación, que cuenta con una ley de hace 30 años, y porque descendió "a mínimos históricos" el abandono escolar: del 25,8 por ciento en 2009 al 8 por ciento en la actualidad.

 

También en materia educativa, el Gobierno gallego ha dado su visto bueno este miércoles al nuevo decreto de selección de directores de centros escolares para adaptarlo a la nueva ley educativa, la conocida como Lomloe.

Una de las principales modificaciones se refiere a la obligatoriedad de que los que aspiren a dirigir un centro cuenten con la acreditación de haber superado un curso de formación de la función directiva impartido por la Xunta, por la consejería de Educación de cualquier otra comunidad o por el Ministerio. Eso sí, estarán exentos del certificado las personas con al menos cuatro años de experiencia en la dirección y con evaluación positiva de su trabajo.

 

El Gobierno gallego destaca que esta formación previa "ya se venía pidiendo" en Galicia y el actual decreto opta por "mantenerlo" como requisito, "pese a que la Lomloe lo considera opcional".

En cuanto a la comisión de selección de la dirección de los centros, el nuevo decreto establece que estará compuesta mayoritariamente por representantes del propio colegio o instituto, es decir, del claustro y del consejo escolar.

 

El texto incluye otras novedades referentes a la actualización del proyecto de dirección que deben presentar los candidatos, que estará orientado al éxito de todo el alumnado e incluirá contenidos en materia de igualdad de género, no discriminación y contra la violencia machista.

 

Asimismo, el decreto abre la posibilidad a que personas en situación de servicios especiales, excedencia por cuidado de familiares y en excedencia voluntaria puedan presentar su candidatura a la dirección.