La búsqueda del marinero peruano desaparecido en el naufragio del Vilaboa Uno ha sido suspendida este sábado por la mala mar, que no permite trabajar ni en el agua ni por aire a los efectivos del operativo que intenta encontrar a este pescador desde hace doce días, según informa a EFE Salvamento Marítimo.
Fuentes de este organismo del Ministerio de Transportes han precisado que mañana a primera hora, tras conocerse la situación del mar, se podrá saber si este domingo continúan las labores de búsqueda, que no se paran si no que se aplazan por las condiciones del mar.
Hasta ayer, viernes, la operativo de búsqueda solo se ha centrado en el aire, ya que era imposible trabajar desde el mar, pero este sábado tampoco pueden actuar los helicópteros porque "no hay visibilidad".
Las condiciones del mar a seis millas al norte de la costa de Santander, donde se produjo el naufragio, son de grandes olas y fuerte viento.
El Vilaboa Uno se hundió en la madrugada del lunes 3 de abril con diez tripulantes a bordo, de los cuales siete pudieron ser rescatados por embarcaciones que acudieron a la zona tras avisar el buque de que tenía una fuga de agua.
Las razones del naufragio, que se produjo en apenas media hora, son todavía una incógnita, ya que las condiciones del mar eran buenas en ese momento y el barco estaba parado para comenzar a faenar y, por lo tanto, sin carga.
Se recuperaron los cuerpos sin vida del patrón del barco, un marinero santanderino a punto de jubilarse, y el de un tripulante ghanés.
El pecio fue localizado el pasado 9 de abril a 120 metros de profundidad por el robot Comanche de Salvamento Marítimo, que se opera a través del buque Don Inda, con base en Ferrol y que tenía como objetivo identificar el barco y obtener información sobre el naufragio, ya que hay varias investigaciones abiertas.
Además, este vehículo buscaba poder acceder al interior del navío hundido, ya que se baraja la hipótesis de que el marinero peruano desparecido se quedara atrapado en el interior.
La situación en la que se encuentra el barco dificulta las labores de rescate, ya que el equipo de submarinistas de la Guardia Civil no pudo acceder por estar muy profundo y hasta el momento solo este robot ha podido acceder al suelo marino, sin tener todavía noticias del tripulante.
Este robot concluyó el lunes el trabajo encargado por el Juzgado de Instrucción número 5 de Santander para obtener información del naufragio del pesquero, aunque permanece en la capital cántabra a la espera de poder tomar imágenes complementarias y preparado para sumergirse si lo requiere la jueza.