Comer en A Coruña: Restaurante Bido, el gusto por la luz, el espacio y el producto

Comer en A Coruña: Restaurante Bido, el gusto por la luz, el espacio y el producto
Restaurante Bido/cedida

Decir Bido es decir abedul, luz, espacio, altura, cualidades todas que responden a este árbol, y, en A Coruña, es decir también Juan Crujeiras. El cocinero, uno de los privilegiados en Galicia que disfrutaron en su día de una estrella Michelin, ha hecho de su restaurante un lugar especial en el que el diseño, el ambiente y, sobre todo, el producto y la experiencia gastronómica tienen un lugar privilegiado. 


Ubicado en la calle Marcial del Adalid, en el entorno de la plaza de Vigo, Bido está pensado para disfrutar de los cinco sentidos, de ver cuadros y lámparas de diseño; de tocar texturas, temperaturas, madera y metales, de escuchar conversaciones cómplices o el crujido del pan y, por supuesto, de oler y saborear.


En la carta incluyen, principalmente, dos menús: uno de temporada y otro gastronómico pero, de vez en cuando, organizan cenas maridaje para presentar nuevos productos, como la que hicieron la pasada semana de la mano de Adega do Vimbio y que refleja muy bien el tipo de gastronomía que se puede disfrutar en el Bido. 




Los asistentes pudieron disfrutar de un menú de cinco platos y postre:


-Champiñones, Shitake, Trufa. 

-Cogollo a la brasa como una ensalada César

-Puerro estofado con crema de almendras.

-Vieira, crosne (tubérculo chino) salteado y vinagreta de faballóns.

-Molleja de ternera, patata violeta y salvia.

-Tarta de quesos con confitura de frutos rojos (transformada gentilmente en una milhoja para quienes tuvieran algún problema con el queso).



Menu00fa degustaciu00f3n Bido


Los platos estuvieron acompañados por los vinos de Adega do Vimbio: Dos albariños de su marca Vimbio, uno de 2021 y otro de 2019 para empezar; seguidos de un Teimosía de 2017 (caíño, castañal, sousón) y otro blanco, Baenis, de 2019 (albariño, caíño branco), y otro tinto, A Espiña, de 2017 (castañal, caíño tinto, caíño longo) para acompañar la molleja, y otro Vimbio, este de 2016 (albariño, caíño branco, loureiro) para rematar. 


Para Juan Crujeiras, pendiente en todo momento de sus comensales, este tipo de jornadas son las que más satisfacción le aportan como cocinero, en las que hay un mayor margen de creatividad y de disfrute. Aunque ambas, en el caso del Bido, están siempre aseguradas. 



Comer en A Coruña: Restaurante Bido, el gusto por la luz, el espacio y el producto

Te puede interesar