Más de 130 artistas, escritores e intelectuales, incluido seis premios Nobel, exigieron este viernes al presidente ruso, Vladímir Putin, la liberación del encarcelado líder opositor, Alexéi Navalni, contra el que se han incoado nuevos casos penales que podrían costarle la cadena perpetua.
“Navalni está cumpliendo penas de prisión basadas en cargos que nunca habrían sido aprobados por un tribunal justo e independiente. Apoyamos los llamamientos de los Gobiernos de Alemania, Estados Unidos y la Unión Europea que exigen su inmediata liberación. Está en sus manos”, señala la carta abierta publicada por el portal digital Meduza.
Denuncian que el político ha sido encerrado una y otra vez en una pequeña celda de hormigón sin ventilación como castigo por su supuesta desobediencia civil y que tampoco se le permiten ni visitas de familiares o abogados, ni llamadas telefónicas.
“Pese a tener fiebre alta, tiene que pasar todo el día de pie”, lamentan, en alusión a sus recientes enfermedades, que le hicieron perder hasta ocho kilos de peso.
La carta exige que Navalni sea examinado por médicos independientes y le permitan recibir atención médica como han pedido 600 doctores, cien abogados y otro centenar de diputados municipales rusos.
La misiva fue firmada, entre otros, por seis Nobel de Literatura -Mario Vargas Llosa, Svetlana Alexiévich, Olga Tokarczuk, Herta Muller, Orhan Pamuk y John Coetzee-, además de J. K. Rowling, los actores Jude Law y Jean Reno, y el bailarín de origen ruso Mijaíl Baríshnikov.
Esta semana Navalni, que cumple ya ocho años de prisión, se sentó en el banquillo de los acusados en un nuevo caso penal por extremismo en relación con las actividades del ilegalizado Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), que denunciaba los casos de enriquecimiento ilícito en la administración pública rusa.
Además, el opositor adelantó que se le ha incoado otro caso por terrorismo, que será juzgado por un tribunal militar y podría acarrearle la cadena perpetua o, en su defecto, hasta 35 años de cárcel.
El equipo de Navalni ha negado cualquier vinculación con el asesinato a principios de mes del bloguero militar Vladlén Tatarski en una cafetería de San Petersburgo propiedad del jefe del Grupo Wagner, Serguéi Prigozhin.
El Comité Nacional Antiterrorista responsabilizó del atentado a los servicios secretos ucranianos, que habrían utilizado para el ataque a personas cercanas al FBK.
Varios aliados del opositor se encuentran en el exilio, pero han sido incluidos en las listas de terroristas y extremistas del Gobierno ruso.
Algunos opositores apuntan que Navalni, que ha criticado desde prisión la intervención militar rusa en Ucrania, no verá la luz del día mientras siga en el poder Putin.
“No excluimos que justo ahora estén envenenando lentamente a Navalni. Lo matan poco a poco para que no llame tanto la atención”, dijo Kira Yarsmish, una de sus más estrechas colaboradoras y portavoz del opositor, en un vídeo colgado la pasada semana en Twitter.