Más de 7.000 desaparecidos en Libia por las inundaciones

Más de 7.000 desaparecidos en Libia por las inundaciones
Inundación en Derna / EP

El número de víctimas mortales por el ciclón Daniel que atravesó este domingo el noreste de Libia, alcanzó las 2.356 y podría haber provocado al menos 7.000 desaparecidos sólo en la ciudad de Derna, la más afectada según cifras provisionales de las autoridades que controlan el este del país, mientras se espera la llegada de ayuda internacional.


El portavoz de la Media Luna Roja, Tawfiq Al Shukri, avanzó que el número de desaparecidos podría superar los 9.000 teniendo en cuenta los registros de llamadas de emergencia recibidas en las últimas 24 horas, aunque todavía es difícil determinar con las operaciones de rescate en curso y los cortes en las comunicaciones.


En esta localidad costera, la cuarta más grande del país con 120.000 habitantes, más de 480 viviendas quedaron destruidas y cinco barrios residenciales fueron arrasados por completo por las lluvias torrenciales, sumado a las dos presas que colapsaron y vertieron 33 millones de metros cúbicos de agua dentro de la ciudad.


La falta de recursos y el difícil acceso a estas áreas montañosas ha obligado a los equipos de rescate y ciudadanos a extraer los cientos de víctimas de los escombros con utensilios domésticos y enterrarles en fosas comunes en el cementerio de Martouba, a una veintena de kilómetros de distancia.


Por ello, las autoridades enfrentadas del este y oeste que se dividen el poder ejecutivo, pidieron ayer a la comunidad internacional ayuda humanitaria, incluida maquinaria pesada, material médico y alimentos. Los equipos enviados por Turquía, que apoya al Gobierno de Bengasi (este), fueron uno de los primeros en llegar por vía aérea para ofrecer personal de búsqueda y rescate submarino así como asistencia logística.


El Presidente del Consejo Presidencial, Muhammad Manfi, declaró ayer varias provincias de la región noreste de Cirenaica como "zona siniestrada", incluida Derna, y avanzó haberse puesto en contacto con países como España e Italia para coordinar su apoyo.


Algunas localidades como Susa, a apenas 80 kilómetros de distancia de Derna, se encuentran sumergidas bajo el agua y la ayuda todavía no ha llegado mientras los cadáveres se agolpan en las costas, señaló el director del Servicio de Ambulancias y Emergencias local, Hamdi Al Hassi.


El comité de crisis formado por el Gobierno de Unidad Nacional (GNU)- basado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional- explicó este lunes en una conferencia que su trabajo se divide en tres ejes: el rescate de ciudadanos, la asistencia a los desplazados para que puedan regresar a sus domicilios y el registro de daños materiales y su reconstrucción.


"Comenzaremos a limitar los daños y repararlos en los municipios donde las condiciones climáticas se han estabilizado a partir de este martes", señaló el ministro de Gobierno Local, Badr Al Din Al Toumi, que aseguró que se instalaron estaciones móviles para restablecer rápidamente las telecomunicaciones y numerosos centros deportivos y educativos fueron puestos a disposición para alojar a los ciudadanos que han perdido sus hogares.


El GUN prometió que el Estado indemnizará a todos los afectados por las inundaciones y decretó tres días de luto por las víctimas además de ordenar que las banderas de todo el país se bajen a media asta.
Tras azotar Grecia y Turquía, el ciclón Daniel fue degradado a tormenta subtropical el 9 de septiembre y comenzó a debilitarse este domingo cuando se dirigía hacia el vecino Egipto, según un informe del Centro Meteorológico Regional Árabe. 

 

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Inundación en Grecia @EFE

 

Por otra parte, el centro de Grecia sigue sumergido este martes en el barro, ocho días después de que la tormenta "Daniel" azotara la región y provocara inundaciones y riadas que ya han causado 15 víctimas mortales, mientras que miles de personas permanecen sin electricidad o suministro de agua potable.


Pese a que las aguas empezaron a retroceder ayer, lunes, en las zonas más afectadas en las regiones de Karditsa, Trikala y Larisa, el acceso a varios pueblos solo es posible con balsas y botes, pues siguen inundados.


En esas zonas hay escasez de medicamentos, comida y agua potable, según las autoridades regionales, que han advertido de que el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas aumenta debido a las masas de agua estancada y los miles de cadáveres de animales de ganado que se ahogaron en ellas durante las riadas.


La parte de la autovía nacional que transcurre por la región y une el sur con el norte de Grecia sigue anegada por cuarto día consecutivo, mientras que los daños en la infraestructura ferroviaria también son extensos.


Una pareja de austríacos recién casados que celebraban su luna de miel en la región de Magnesia siguen desaparecidos desde el pasado día 5.


La capital de esta región, Volos, de 150.000 habitantes, vive su octavo día consecutivo sin suministro de agua potable.


El primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, señaló que Grecia ha sufrido el "fenómeno meteorológico más extremo en su historia" y aseguró que pedirá "el máximo apoyo por parte de la UE" para atajar las consecuencias de la catástrofe.


El Gobierno griego ya anunció el domingo ayudas de hasta 16.000 euros por cada casa que fue afectada o destruida.


Además de la infraestructura, la catástrofe es también un duro golpe para la agricultura helena, ya que en las áreas damnificadas se encuentra el mayor campo de cultivos del país. 

Más de 7.000 desaparecidos en Libia por las inundaciones

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