Israel bombardeó ayer la Franja de Gaza en represalia por los seis cohetes lanzados desde el enclave un día después de que once palestinos murieran en una violenta redada israelí en Cisjordania, donde se vive el inicio de año más violento desde el 2000.

Los aviones de combate del ejército israelí atacaron un centro de fabricación de armas y un complejo militar en Gaza, ambos pertenecientes al movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en la Franja desde 2007.

Estos bombardeos fueron en respuesta a seis cohetes disparados horas antes desde el enclave, de los cuales cinco fueron interceptados por los sistemas de defensa antiaérea y uno cayó en una zona despoblada.

Este intercambio de fuego no dejó víctimas y llega un día después de que una violenta redada militar israelí en la ciudad de Nablus, uno de los núcleos de resistencia armada palestina en el norte de Cisjordania, dejara once palestinos muertos y más de un centenar heridos.

A la respuesta armada desde Gaza a la redada se sumó también ayer una respuesta civil y política por parte de los palestinos de a pie. Miles de ellos se adhirieron a una huelga general tanto en Cisjordania como en el este ocupado de Jerusalén.

Reacciones a Nablus

La redada de Nablus, una de las más violentas en la zona en los últimos años y que no dejó heridos entre las tropas israelíes, tuvo por objetivo la captura de “sospechosos involucrados en ataques” contra israelíes, según precisó el ejército, que detalló que sus tropas mataron a los tres palestinos que buscaban.

Tras estos episodios de violencia, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, destacó que su política es clara: “golpear con fuerza al terrorismo y profundizar nuestro arraigo en nuestra tierra”. “Continuaremos tomando medidas enérgicas en todos los frentes, cerca y lejos, para frustrar los esfuerzos de nuestros enemigos por atacarnos. Quien intente hacernos daño, pagará el precio”, agregó.

La comunidad internacional reaccionó de forma tímida a los hechos. “Estoy consternado por el continuo ciclo de violencia y horrorizado por la pérdida de vidas”, dijo el coordinador de Naciones Unidas para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, llamando a rebajar la tensión.

La Unión Europea también se ve “gravemente alarmada por la espiral de violencia en la zona”.