Israel aseguró este viernes haber atacado unos 450 objetivos en Gaza por tierra, mar y aire, para abatir a "numerosos" miembros del grupo islamista Hamás.
Un reporte del Ejército israelí destacó que continúan los intensos combates en la Franja, en la ofensiva israelí enfocada ahora en el sur de Gaza, en ciudades como Jan Yunis.
Las tropas israelíes "continúan operando para localizar y destruir túneles, armas e infraestructura terrorista", subrayaron las fuerzas israelíes.
En Jan Yunis, aviones de combate israelíes lanzaron una serie de "ataques precisos de dos horas" contra distintos objetivos, según el reporte, que señaló que también fue empleado un dron.
Desde el mar, la pasada noche hora local la Armada israelí lanzó ataques "contra las capacidades navales y de inteligencia de Hamás" en el centro y sur de la Franja, contra objetivos como puestos de observación y almacenes de armas del grupo islamista, de acuerdo con este fuente.
Los muertos en Gaza superan los 17.000 y los heridos son más de 46.000, según el Ministerio de Sanidad de la Franja, desde el inicio de la ofensiva de Israel contra Hamás el pasado 7 de octubre.
La guerra estalló tras un ataque de Hamás a Israel ese día, con más de 1.200 muertos y más de 240 secuestrados llevados a Gaza.
Los desplazados internos en Gaza son casi 1,9 millones, en torno al 80 % de su población de unos 2,3 millones de habitantes del enclave palestino, que sufre una grave crisis humanitaria.
Al menos seis personas murieron y varias resultaron heridas este viernes en un campo de refugiados de Cisjordania en enfrentamientos con fuerzas israelíes, según recoge Wafa, la agencia oficial palestina.
Wafa, que cita fuentes del Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), informó de que los enfrentamientos se produjeron en el campo de Al-Far’a, al sur de la ciudad cisjordana de Tubas. En el lugar hubo "intensos disparos" y se escucharon explosiones, según esta fuente.
El Ejército israelí mató el miércoles a cuatro jóvenes palestinos, dos de ellos menores de 16 años, durante enfrentamientos en localidades del norte de Cisjordania.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05) y en 2023 ya han muerto unos 473 palestinos, el número más alto en más de 20 años.
La mayoría falleció en enfrentamientos armados con tropas israelíes, aunque muchos eran civiles y más de 100 eran menores.
La situación empeoró a raíz de la guerra de Israel contra Hamás en Gaza que estalló el 7 de octubre y desde entonces, 265 palestinos de Cisjordania (incluidos más de 66 menores) han muerto en circunstancias violentas, nueve de ellos por ataques de colonos, incluido un niño.
En paralelo, la región ha visto un aumento de ataques de parte palestina, parte de ellos llevados a cabo por nuevas milicias armadas locales y otros por palestinos a título individual, lo que ha causado 41 muertos, la mayoría colonos israelíes, cinco de ellos menores, y siete uniformados.
Más de 300 judíos celebraron este jueves en la plaza neoyorquina de Columbus Circle, en un extremo de Central Park, una de sus fiestas más reconocidas, la Janucá, que este año estuvo enfocada en pedir un alto el fuego en Gaza.
Justo dos meses después del inicio del conflicto entre Israel y Hamás, tres grupos de judíos progresistas -Rabinos por el alto el fuego, Judíos por la justicia económica y social y Judíos por la paz- organizaron juntos su "Janucá por un alto el fuego" frente a la estatua de Cristóbal Colón, donde colocaron un menorá gigante (el candelabro de nueve brazos) en el que se leía "Alto el fuego".
Una multitud se congregó a su alrededor sujetando velas, banderas palestinas y pancartas con consignas como "Paran el genocidio", "La guerra no tiene ganador" o "Igualdad, justicia y seguridad para todos".
En una tribuna improvisada, Alissa Wise, miembro de la asociación Rabinos por el alto el fuego, tomó la palabra y reivindicó el fin de los bombardeos a familias y niños en Gaza, asegurando que "no hay solución militar" y que el alto el fuego "es la única solución posible".
"Su liberación es nuestra liberación", añadió, refiriéndose a la población de Palestina.
Entre los participantes se encontraba el actor Wallace Shawn, -conocido por sus papeles en películas como 'Clueless' o 'The Princess Bride'-, que también mostró su solidaridad con las víctimas de Gaza.
"El gobierno israelí parece no darse cuenta de que, si matas a la familia de alguien, ese alguien probablemente te odiará. La violencia sólo lleva a más violencia", aseveró Shawn, en referencia al surgimiento del grupo terrorista Hamás.
Por su parte, la activista palestina Linda Sarsour reivindicó que la convivencia entre israelíes y palestinos es posible: "Nosotros sabemos coexistir con el pueblo de Israel porque ya lo hacíamos antes de 1948", aseguró, arrancando aplausos de los presentes.
"Coexistir" fue una palabra muy recurrente en los discursos de participantes y miembros organizadores, que hicieron hincapié en que la libertad de unos no debía suponer la opresión de otros.
Las organizaciones del evento exigieron además la liberación de los prisioneros tanto israelíes como palestinos y el ejercicio de la diplomacia en lugar de la actividad militar.
Tras los discursos, los asistentes encendieron sus propios menorás para cantar 'Maoz Tzur', una de las canciones típicas de esta festividad, y terminaron la ceremonia coreando al unísono "Alto el fuego".
Los judíos de Nueva York -ciudad que pasa por ser la segunda del mundo con más población hebrea, tras Jerusalén- se han mostrado divididos sobre la guerra de Gaza, y han protagonizado concentraciones de distinto signo, en unos casos en favor de Israel y en otros de los palestinos, criticando al gobierno israelí.