Japón exigió a China retirar el veto que aplica a sus productos marinos a raíz del vertido de la central nuclear de Fukushima, una medida que Tokio considera sin base científica y que supone un nuevo obstáculo en las relaciones entre las dos potencias asiáticas. El ministro nipón de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, calificó de "inaceptables" las restricciones anunciadas por Pekín y afirmó que solicitó al Ejecutivo chino su retirada durante las reuniones de titulares de Comercio del G20.
China, que venía expresando su firme oposición al vertido, anunció la suspensión de la importación de todos los productos acuáticos procedentes de Japón para "prevenir el riesgo de contaminación radiactiva" por la descarga de la central nuclear nipona. Por su parte, en Corea del Sur también se organizaron hoy varias protestas ciudadanas y otra por parte del principal bloque opositor, el liberal Partido Democrático (PD). Así, los gobiernos municipales y provinciales en todo el país prometieron incrementar los controles de radiación sobre pescados y mariscos por si el vertido pudiera afectarles.