Un matrimonio de ancianos palestinos está en riesgo de desalojo inminente de su casa en la Ciudad Vieja de Jerusalén. La expulsión podría suceder ya mismo, después de que el Tribunal Supremo israelí dictaminara a favor de un grupo de colonos judíos que se quiere hacer con la propiedad tras 45 años de litigio.
"Estamos haciendo frente a la orden de desalojo de las fuerzas israelíes, podrían llegar en cualquier momento a desahuciar mi familia, que vive en esta casa desde 1953", dijo a EFE Ahmed Sub Laban, uno de los cinco hijos de Nora Ghaith y Mustafa Sub Laban, matrimonio de 68 y 72 años que se niega abandonar la vivienda.
Sentados en el salón de la pequeña vivienda del barrio musulmán de la Ciudad Vieja, en Jerusalén Este ocupado, los miembros de la familia están dispuestos a resistir a su expulsión junto a un grupo de activistas antiocupación israelíes encerrados con ellos.
Tras más de cuatro décadas de batalla legal, "después de demandas judiciales recurrentes y hostigamiento por parte de las autoridades israelíes y organizaciones de colonos", el Tribunal Supremo dictaminó en febrero que se rescindiera el estatus de tenencia protegida de la familia y se les desalojara, explicó en un comunicado de finales de mayo la ONG israelí Ir Amim, que ha seguido desde hace años el caso.
Con esta decisión, la familia Sub Laban agotó todos los recursos legales, y la Justicia israelí ordenó que si no se iban de la casa el desalojo se podría aplicar de forma forzosa a partir de hoy.
Detrás de ello, tanto la familia afectada, activistas israelíes presentes en el lugar y grupos de derechos humanos creen que este desalojo es parte de un método a largo plazo de las autoridades israelíes y grupos procolonización para tomar mayor control de la Ciudad Vieja de Jerusalén sobre sus habitantes palestinos.
"Los desalojos de familias palestinas y la toma de sus hogares por parte de colonos se han utilizado cada vez más como una estrategia para cimentar la hegemonía israelí" sobre el casco antiguo entre las murallas de Jerusalén y sus alrededores, remarca Ir Amim.
Según la ONG, los Sub Laban son una de las seis familias de la Ciudad Vieja y sus entornos que se enfrentan en la actualidad a un desalojo próximo. Entre ellas hay familias del barrio de Sheij Yarrah, también envueltas en largos litigios con un grupo colono.
En el caso de la familia Sub Laban -que tenía la condición de arrendador protegido tras haber alquilado la casa al Reino de Jordania en 1953- su proceso con la Justicia comenzó en 1978, cuando recibió un primer aviso por un cambio administrativo tras la ocupación israelí de 1967.
La propiedad de su vivienda era del Custodio de Jordania -país que controló Jerusalén Este y Cisjordania desde 1948 a 1967-, y después pasó a pertenecer al Custodio General israelí. Más adelante, este trasladó la propiedad del edificio a una asociación, Atara Leyoshna.
Este grupo se ampara a una ley israelí que permite recuperar propiedades judías anteriores a 1948. Esta legislación no figura para la recuperación de viviendas que fueron de propiedad palestina, y que cientos de miles de personas perdieron tras convertirse en refugiados en 1948 y no poder volver nunca.