Rusia bombardeó de madrugada Leópolis y Kiev, en la retaguardia ucraniana, y la región de Zaporiyia, uno de los frentes de la actual contraofensiva ucraniana, la cual avanza acorde al plan en medio de un “duelo duro” con los rusos, según Kiev.
En total, Rusia lanzó en la noche del martes contra territorio ucraniano 30 drones kamikaze Shahed, 28 de los cuales fueron derribados por las defensas aéreas ucranianas, según el parte militar ofrecido ayer por el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
El alcalde de Leópolis, Andri Sadovi, anunció que no hubo víctimas”. El portavoz de las Fuerzas Aéreas ucranianas, Yuri Ignat, explicó que los drones alcanzaron esta ciudad, debido a un “déficit de defensas antiaéreas” en esta región, desplazadas a lugares más necesarios.
Además de Kiev y Leópolis, las fuerzas rusas atacaron Zaporiyia, en el sureste del país y más cerca del frente, y la sureña provincia de Mikolayiv, donde las defensas antiaéreas ucranianas derribaron tres drones.
Mientras, continúan los intensos combates en el frente, en los que las fuerzas ucranianas avanzan y no ceden sus posiciones, según afirmó en su habitual discurso nocturno el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. “En algunas direcciones nuestros soldados avanzan, en algunas, defienden sus posiciones y resisten a los asaltos y ataques intensos de los ocupantes. No tenemos posiciones perdidas. Solo liberadas”.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhni, indicó ayer que, “pese a la feroz resistencia de los ocupantes, nuestros soldados hacen todo lo posible para liberar los territorios ucranianos. La operación continúa de acuerdo a los planes”. La viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Maliar, reconoció ayer que “el enemigo no cederá posiciones fácilmente y debemos prepararnos para el hecho de que será un duelo duro”.
A su vez, el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, señaló que “las fuerzas ucranianas continúan intentando efectuar acciones ofensivas” en los sectores del frente del sur de Donetsk, Zaporiyia, y las zonas de Donetsk cercanas a Bajmut, Marinka y otras localidades donde tienen lugar intensos combates.
Sin embargo, la resistencia rusa podría verse recompensada, según estimó ayer el jefe del Comité de Defensa de la Cámara Baja de Rusia, Andrei Kartapolov, ya que “si todo continúa a este ritmo, en unas tres semanas terminaremos rechazando (la contraofensiva) y pasaremos a las acciones activas”.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, rechazó ayer comprometerse a enviar a Ucrania armamento “concreto” como los misiles de largo alcance que pide Kiev, pero aseguró que mantiene el contacto con las autoridades ucranianas para apoyar en sus necesidades.
“Es importante que no nos centremos en ningún sistema de armamento en particular, porque también está la cuestión de la capacitación”, declaró en Londres junto con el ministro británico de Exteriores, James Cleverly.
Blinken contestó así a la pregunta de un periodista sobre por qué Washington es reacio a proporcionar misiles de largo alcance al Ejército ucraniano, que los reclama para recuperar territorio frente a la invasión rusa.