Los problemas de Rusia en el frente salieron de nuevo a la luz con las críticas de un general al alto mando militar que proceden ahora del propio ejército después del fallido motín de los mercenarios del Grupo Wagner, algunos de los cuales ya entrenan tropas en Bielorrusia. Ivan Popov, excomandante de las Fuerzas Armadas de Rusia que opera en la región de Zaporiyia, denunció graves errores del mando ruso, que provocaron un gran número de bajas, tras lo cual fue relevado de su cargo. “Había que ser cobarde y decir lo que querían oír o llamar las cosas por su nombre”, dijo el general en un audio, en el que expuso en primer plano las fisuras en el ejército.
Igor Guirkin, el líder de la sublevación prorrusa en el Donbas en 2014, calificó las declaraciones de Popov de “precedente peligrosísimo” y “un casi motín”. “De una nueva marcha a Moscú protagonizada por el ejército regular solo nos separa una gran derrota militar”, sostuvo, en referencia a la columna de Wagner que se acercó a 200 kilómetros a la capital rusa durante su sublevación.
El intento de Popov de insubordinarse es “un patrón de comportamiento corrosivo que se ha desarrollado dentro del mando y las fuerzas rusas”, constató a su vez el estadounidense Instituto de Estudio de la Guerra (ISW). El ISW alertó que ante los fracasos del Ministerio de Defensa ruso de “abordar los problemas de la guerra” podría tener lugar “una crisis de mando en el futuro”.
La insubordinación es una amenaza latente para el presidente ruso, Vladimir Putin, que reveló ayer sus intentos de aplacar a los mercenarios de Wagner tras ofrecerles integrarse en el ejército regular. El mandatario ofreció a los mercenarios opciones para “seguir sirviendo” bajo el mando del comandante de la empresa militar privada de Andrei Troshev, miembro fundador de Wagner e identificado en la lista de sanciones de la Unión Europea. Putin aseguró que muchos de los comandantes aceptaron, pero el líder de la compañía, Yevgueni Prigozhin, se negó.
Algunos de los mercenarios ya se encuentran en Bielorrusia en calidad de instructores militares que preparan las unidades de Defensa Territorial en este país. El presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, ya había adelantado que los soldados de Wagner podrían “servir a la defensa de Bielorrusia si el país es atacado”.