Los militares ucranianos resisten en la ciudad de Kupiansk, clave para ambos bandos, y aseguran a EFE desde las trincheras que han causado bajas masivas entre los 100.000 soldados que se cree Rusia ha desplegado en esta zona del frente, donde el ejército invasor continúa a la ofensiva.
Portavoces militares de Kiev han informado esta semana de la llegada de nuevas tropas rusas al frente nororiental, pero soldados ucranianos que defienden esta zona aseguraron que están logrando repeler los ataques enemigos y han neutralizado a una parte sustancial de sus tropas.
“Hace tres días nuestra inteligencia nos dijo que el enemigo está rotando fuerzas, y esto ocurre porque hemos eliminado a un gran número de sus efectivos y ya no podían atacar”, afirma un sargento ucraniano desde una trinchera en una de las posiciones defensivas ucranianas en el distrito de Kupiansk del óblast de Járkov.
La llegada de nuevos efectivos, agregó el sargento, que tiene como nombre de guerra Balú por el oso de “El Libro de la Selva”, ha permitido a Rusia “intensificar el fuego” contra las posiciones ucranianas en la zona, sin que ello se haya traducido en avances consolidados rusos.
“Estamos aguantando bien”, afirma Dmitró, responsable de prensa de la 113 Brigada durante una visita de periodistas al frente organizada por el Centro ucraniano para el Diálogo Trasatlántico y el Centro de Prensa de Járkov.
El Ministerio de Defensa de Ucrania advirtió a mediados de julio de que Rusia había concentrado una fuerza de 100.000 hombres en el eje del frente Kupiansk-Limán, el segmento de toda la línea de contacto donde el ejército ruso sigue a la ofensiva con más ímpetu.
Una fuente militar ucraniana dijo el martes en la televisión pública que Rusia había enviado otros 20.000 soldados y armamento adicional al eje Kupiansk-Limán, lo que ha supuesto un incremento de los asaltos rusos en esa sección del frente.
Ucrania habría respondido reforzando a sus tropas en la zona, pero sin llegar a utilizar efectivos movilizados para la contraofensiva de las fuerzas de Kiev en el este y el sur del país.
Preguntado por estos números, este militar que trabajó de cerrajero dice que no puede saber desde su puesto la cantidad de soldados rusos que tiene delante, pero que la rotación es un indicio del porcentaje de bajas infligidas al enemigo.
“El personal se cambia cuando has perdido al cincuenta por ciento de tus hombres, por eso podemos decir que el 50 % de sus tropas aquí están ya amortizadas”, dice el sargento entre el ruido de fondo del intercambio de artillería.
Según explicaron fuentes de Defensa ucranianas a EFE, Rusia tiene como prioridad recuperar la localidad de Kupiansk, que fue liberada por Ucrania en septiembre del año pasado y es, por sus conexiones privilegiadas por carretera y vía férrea, un “punto clave” para la logística de ambos bandos.
Mientras Rusia sigue cargando con asaltos liderados a menudo por tanques, el fuego de contrabatería continúa, con las dos partes intentando destruir con su artillería las posiciones que identifican gracias a esos mismos disparos.
Si los rusos tienen como baza la cantidad, Ucrania está obligada a apostar por la precisión y la buena preparación de sus tropas. “Como puede ver, aquí no somos cien mil”, dice el sargento Balú.
“Nuestra cantidad de tropas es cinco veces menor que la de los ocupantes”, advierte el militar. “Pero nuestros hombres son muy capaces y están bien entrenados”, añade, antes de referirse a los ataques prácticamente suicidas con que Rusia intenta ganarle terreno a Ucrania en el distrito de Kupiansk.
Pese a la insistencia de los ataques rusos en esta parte nororiental del frente, la virulencia de los combates no es comparable por el momento a la que Balú presenció en la ciudad oriental de Bajmut, donde el sargento de la 113 Brigada también combatió e incluso resultó herido.
Quizá por disciplina militar, los soldados rasos a su cargo se muestran satisfechos con el armamento del que disponen. Balú es más elocuente en sus respuestas y pide a los socios occidentales de Ucrania “más artillería pesada y aviones de combate”.
“Con esto nuestro avance sería mucho más rápido”, dice sobre las acciones ofensivas con que Ucrania lleva dos meses recuperando lentamente terreno en el este y el sur del país, para lo que es fundamental que siga resistiendo las embestidas rusas en el eje Limán-Kupiansk. E
Por otra parte, el Ministerio de Defensa de Rusia informó este jueves del derribo de seis drones en la región de Kaluga, limítrofe con Moscú.
"Los aparatos no tripulados fueron destruidos por medios de defensa antiaérea", señala la nota castrense.
El comunicado agrega que a consecuencia de ese "intento de ataque terrorista de Kiev" no hubo víctimas, ni daños materiales.
Este martes, las autoridades de Moscú habían informado de un ataque de drones contra un rascacielos del complejo financiero Moscow City, dos de cuyas torres sufrieron daños el pasado sábado en un ataque similar.
Como consecuencia, resultaron dañados los cristales en una superficie de 150 metros cuadrados.
Según el alcalde Serguéi Sobianin, las fuerzas de defensa antiaérea derribaron varios drones que se acercaban a Moscú, pero uno de ellos consiguió llegar al capital y se estrelló en una las torres de Moscow City, por segunda vez en una semana.