‘Que nos dejen la fiesta en paz’, debieron pensar ayer los más de mil doscientos mayores de Oleiros que disfrutaron de la romería de As Merendiñas ajenos a las trifulcas en las que se enredan los políticos locales. Ninguno de los asistentes parecía preocupado lo más mínimo, mientras degustaba empanada y tortilla, porque un representante del PSOE comparase, en el pleno del pasado jueves, este evento con los que, en su momento, organizaba el expresidente de la Diputación de Ourense José Manuel Baltar. O que el alcalde, Ángel García Seoane, lo considerase “unha grave ofensa ás miles de persoas que participan libremente nas merendiñas”.
Ellos a lo suyo. A primera hora de la mañana aquel que lo tuvo a bien se subió en alguno de los tres autobuses que el Ayuntamiento dispuso para que se desplazase cómodamente hasta los jardines del edificio de As Torres de Santa Cruz. Una vez allí, y tras una arenga del mandatario local en la que se recordó la figura de la exalcaldesa Esther Pita y su esfuerzo en la recuperación de una tradición como la de este festejo popular, se dio buena cuenta de unas viandas elaboradas y servidas por una legión de voluntarios y colaboradores.
Ya con el apetito más que saciado le tocó el turno al baile y a la música. De ello se encargaron los integrantes de la banda de la escuela municipal de música, el dúo Xilo y Carlos y los solistas Melchor e Marietta.
El objetivo principal de esta celebración es la de ofrecer a las personas mayores del municipio una jornada de convivencia y diversión. “Ben merecida tras unha vida de traballo”, apuntan desde la organización.
“Nada ten que ver esta romaría única en Galicia, polo lugar de celebración, as decenas de colaboradores e o ambiente, coas comidas que se organizan para maiores no resto da comunidade. O resto sempre teñen lugar en pavillóns pechados e con cátering”, añaden desde Oleiros.
Además los organizadores la consideran parte fundamental del programa de actividades de envejecimiento activo elaborado por el Gobierno local. Con ella, dicen, los mayores se reúnen y pasan un momento agradable con quién no ven el resto del año.