Obviando el hecho indudable de que no todos los conductores se desenvuelven con la soltura debida a la hora de circular por rotondas, lo incuestionable es que su presencia se está convirtiendo en habitual en las intersecciones. Y el Gobierno local oleirense está valorando la posibilidad de solicitar a las administraciones competentes la instalación de una glorieta en el cruce de Montrove, lugar en el que confluyen las vías AC-174, que enlaza los núcleos de Perillo y Sada, y la DP-5810, que conduce a Santa Cruz.

El ejecutivo municipal, que preside Ángel García Seoane, considera que con su propuesta se incrementaría tanto la seguridad como la fluidez en un punto de alta densidad de tráfico. La iniciativa supondría la retirada efectiva de la red semafórica, algo que muchos automovilistas aplaudirían ya que los discos de los postes ubicados en la DP-5810 provocan importantes retenciones ya que tardan bastante tiempo en cambiar de rojo a verde.

La sugerencia fue hecha pública por el propio regidor en una de sus habituales intervenciones en las emisoras de radio locales, aunque no ha trascendido si la ha planteado a la Xunta y a la Diputación, que son las dos administraciones con competencias para llevarla a cabo.

Aceras en Che Guevara 

Una mejora de la seguridad vial que sí se llevará a cabo será la de construir aceras en un tramo que carece de ellas en la avenida de Che Guevara, en el núcleo urbano de Perillo. El Gobierno local sacó a contratación la ejecución de la reforma con un presupuesto que supera los 361.000 euros y con un plazo de ejecución de cuatro meses.

Según diversas fuentes, con los trabajos se pretende permitir el paso seguro y accesible de los viandantes por un tramo en el que el tráfico circula en dirección a la estatua del líder izquierdista argentino desde la ciudad de A Coruña. Además se trata de un espacio que con frecuencia se encuentra ocupado por vehículos estacionados, lo que todavía dificulta más el tránsito de personas. La mejora se aprovechará para renovar la red de recogida de aguas pluviales ya que en el tramo afectado es prácticamente inexistente, tanto en lo que se refiere a la red general como a la existencia de sumideros. 

El proyecto contempla, por tanto, la construcción de aceras, la ejecución de red de pluviales, la renovación de pavimentos y la canalización del alumbrado público. También incluirá la ejecución de muros de hormigón armado de una altura máxima de metro y medio.

García Seoane explicaba, en su momento, que la actuación es complicada porque habrá que desmontar taludes, ya que las cotas son muy altas pero que la seguridad de los peatones la hace muy necesaria.