La foto, todo hay que decirlo, no es de postal. Pero la retirada de los escombros que desde hace años permanecieron a la intemperie y olvidados por las administraciones competentes en un rincón de la playa de Santa Cristina al perfil del arenal le ha beneficiado. Tras un largo y complejo tira y afloja entre Gobierno central y local, el primero dio su brazo a torcer y asumió la responsabilidad de retirar los despojos de una antigua caseta y de varios troncos, que suponían un riesgo para la integridad física de veraneantes y bañistas.
El peculiar sainete competencial se hizo público cuando, el pasado mes de abril, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, denunciaba que el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez, a través de Demarcación de Costas, le había exigido que retirase los restos. Nada más lejos de su intención. El regidor se negó recordando, además, que aquella vez que se hizo cargo de la retirada de lo que él consideraba también unos escombros le ‘cayeron’ seis años de inhabilitación para cargo público y no tenía ahora el cuerpo para repetir experiencias.
Se abrió entonces un compás de espera que duró hasta que el propio García Seoane decidió poner estos hechos en conocimiento de la Fiscalía, alegando que la presencia de los residuos suponían un peligro público.
El ‘conflicto’ adoptó visos de solución en julio cuando Demarcación de Costas decidió hacerse cargo de los restos y hacerlos desaparecer para siempre jamás.