La primera semana de octubre se abrirá al tráfico el túnel de Solymar. Quién lo dice es el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, y los hechos parece que le van a dar la razón. Ayer mismo la empresa encargada de llevar a cabo los trabajos de construcción de la infraestructura realizaron ayer pruebas de carga para comprobar su solidez.
Las comprobaciones comenzaron a las ocho de la mañana y finalizaron a escasos minutos de la una de la tarde. La firmeza del túnel, salvo contratiempos posteriores, quedó demostrada una vez que soportó el peso de seis camiones que, con una media de 15.000 kilos cada uno, suponían una carga de casi cien toneladas.
Las obras del túnel cabe recordar que se iniciaron a finales del año 2020 con un presupuesto de diez millones de euros. El nuevo enlace en el punto kilométrico 5,2 de la AC-12, que sustituye a la intersección de Solymar, contemplaba la construcción de una glorieta elevada, la ordenación de accesos y los cruces peatonales con seguridad, a lo largo de 0,6 kilómetros.
La infraestructura es de tipo diamante con glorieta superior; la AC-12 discurre soterrada entre muros pantalla de pilotes, lo que permite alojar en el nivel superior del enlace una glorieta en superficie que resolverá los movimientos con la avenida das Mariñas y la AC-174 (Rúa Areal).
El tramo soterrado de la AC-12 contará con calzadas de dos carriles para cada sentido de circulación, separadas por un sistema de contención de vehículos rígido; a ambos márgenes de la nueva rasante de la AC-12 se situarán los ramales del enlace, que a su vez actuarán como vías de servicio para acceso a las propiedades colindantes.