En los últimos días se han producido dos acontecimientos relacionados con la Iglesia compostelana que merecen ser destacados por su importancia y trascendencia. Uno se refiere a un tema de máxima actualidad como es el papel de la mujer en la Iglesia, y el otro una previsión que va a cumplir su tercer año y que vincula los hechos religiosos con las aportaciones que se pueden hacer desde el empresariado teniendo como nexo y eje de actuación la Ética e Inteligencia Artificial.
En el transcurso de una mesa redonda cuatro mujeres, tres seglares y una religiosa, pusieron sobre la mesa del diálogo y el debate constructivo y sincero el papel que deben de jugar las mujeres en lo que se refiere a su participación eclesial. Se trata de una cuestión fundamental, como mencionó el arzobispo de Santiago, para avanzar hacia una comunidad más inclusiva a través de la que se produce una presencia que es transformadora de las comunidades. Un hecho objetivo, que se reflejó durante los diálogos y las aportaciones, es que bajo el mandado del actual papa Francisco se han producido numerosos nombramientos de mujeres en posiciones claves dentro de la estructura eclesiástica. De todos modos se hizo hincapié en el camino que aún queda por recorrer hacia la normalización de la igualdad de género en la Iglesia quedando patente en las distintas intervenciones la presentación de hechos que van marcando el rumbo a seguir en un tema muy debatido durante los últimos años. Las reflexiones presentadas giraron sobre cómo avanzar hacia una mayor inclusión de la mujer en la Iglesia, recordando que su presencia es mayoritaria por lo que demandaron una mayor participación en los órganos de decisión. Consideran que es necesario romper con estructuras jerárquicas y promover una Iglesia verdaderamente inclusiva. Todo ello, dijeron, para seguir trabajando por una Iglesia en la que la igualdad no sea una excepción, sino una norma. A lo largo de la historia las mujeres, tanto laicas como religiosas, fueron siempre gran mayoría de la vida consagrada desempeñando numerosas funciones para el desarrollo del trabajo eclesial.
El otro hecho informativo es la tercera edición del Encuentro Iglesia- Empresarios, promovido por el arzobispado, que tendrá su epicentro de actuación y participación en el próximo mes de octubre, y en el que un grupo muy destacado de especialistas –civiles y religiosos– tratarán sobre la Ética y la Inteligencia Artificial. Un tema de máxima actualidad del que no puede estar ajena la Iglesia con la finalidad de analizar los riesgos que comporta la inteligencia artificial en aspectos de tanta importancia como son los de la educación y formación sin olvidar los relativos a la privacidad y al poder de la información. Todo ello pensando siempre en cómo puede afectar a las personas desde el punto de vista espiritual y de la dimensión ciudadana.
En los últimos tiempos es mucho lo que se lleva hablando sobre la Inteligencia Artificial (IA) de la que se dice es un conjunto de tecnologías para que las computadoras realicen una variedad de funciones muy avanzadas y que son la columna vertebral de la innovación. Un proceso que tiene en el centro a la persona, de ahí que sea de gran importancia analizar las ventajas y los inconvenientes que puede generar su aplicación y utilización. Algo que se producirá en el encuentro que tiene como soporte la Iglesia Compostelana y que en el otoño se celebrará en Santiago de Compostela.