Circula por ahí una encuesta que por primera vez en muchos años da opciones holgadas a la suma de las derechas y buena parte del mérito de ese ascenso se le atribuye a Feijóo que, a la vez, frena la carrera ascendente de VOX. Se complementa esa información con el valor de cada líder en ese mercado de las opiniones y sale vencedor por goleada Sánchez que “por su capacidad para dirigir los asuntos públicos obtiene un reconocimiento transversal en la sociedad “(El País).
No parece lógico que alguien vote a un partido capitaneado por un político al que rechaza. Pero así están las cosas y de ahí el viejo adagio: el hombre es el único animal que tropieza dos y más veces con el mismo voto.
En plena peregrinación don Alberto dejó dicho en Barcelona que “reivindica la identidad territorial” pero se queda ahí. Como presidente de la Xunta no se le conoce ningún esfuerzo por ampliar más derechos que mejoren la cotidianidad de los gallegos.
Según el barómetro que recoge la opinión de los ciudadanos, algunas de las medidas del actual ejecutivo –actualización de las pensiones y de los salarios, la reforma laboral por citar tres ejemplos, amén de las ayudas a los más desfavorecidos– reciben el apoyo de los españoles. Parece pues difícil de entender que la derecha –o las tres derechas como dicen otros– pueda ser un peligro no solo para el ejecutivo sino para la mayoría de sus conciudadanos.
Nos llega ahora, a través de la cadena SER, nuevos capítulos de la relación entre Villarejo y Cospedal –de aquella una de las figuras del gobierno de Rajoy– para tapar pecados propios y al tiempo rastrear entre las cloacas para buscar deslices de sus contrincantes políticos. Y una vez más llegan noticias de Juan Carlos I donde se habla de su inviabilidad pues no se puede hablar de su inocencia.
Finalmente, según los encuestados, en política no todo vale pues si bien puede desgastar al poder sobre todo desprestigia a quien la emplea. Sobre todo si los ciudadanos ejercitan su memoria y cada cual repasa –con el barómetro y el termómetro– de dónde venimos y cuál fue el camino recorrido. Se trata solamente de comparar y, como en el viejo eslogan, apuntarse a lo que es mejor…