Madrid, el pudridero de la izquierda

A lo largo de estos últimos años, desde que Ayuso consiguió por los pelos cuando la izquierda casi daba por recuperada, tras años de desierto, la presidencia de Madrid, esta se ha convertido en la obsesión y también en el pudridero no solo del PSOE sino del conjunto de la izquierda.


Tras aquella última vez en que rozaron el poder, en el año 2019, solo al final del escrutinio la suma PP, entonces a la baja, con Ciudadanos, en plena pujanza y Vox, que irrumpía con fuerza, dio mayoría sobre la suma de PSOE, Mas Madrid y Podemos, les pasó algo muy similar en el ayuntamiento, Madrid se convirtió en la obsesión del PSOE y del sanchismo muy en particular. Obsesión y pudridero pues una vez tras otra los batacazos han ido del mal en peor.


Isabel Díaz Ayuso anduvo lista y les madrugó a todos cuando convocó elecciones anticipadas a los dos años, 2021, sabedora de que su socio de gobierno, Ignacio Aguado, le tenía ya montada una mocion de censura para quitarle el gobierno con el apoyo de la izquierda. Aquella jugarreta se les volvió tan en contra que supuso a la postre la desaparición efectiva de Ciudadanos en Madrid y luego en España entera. Pero además desarboló en la ciudad y en la región al conjunto de la izquierda. Sánchez e Iglesias, junto a sus planas mayores y una ristra de ministros se lanzaron a una campaña desatada, ¿se acuerdan de los sobres con las balas y la navajita tuneada en alfanje? Acabo socarrando a su principales actores: Pablo Iglesias, que se lanzo personalmente a la batalla, acabó por cavar su tumba y enterrarse dentro después hasta llegar a la situación terminal en que ahora están él y sus siglas. No le fue mejor al PSOE, todos cuantos ha sido enviados a la lid han acabado descalabrados. Gabilondo, en su segunda intentona, había sido el más votados dos años antes, pero acabo superado hasta por Iñigo Errejon, que se había escindido de la formación morada. Ayuso se quedó a un supiro de la mayoria absoluta que consiguió sobrada este año que ahora acaba y que supuso una nueva hecatombre de la izquierda también en la capital, donde Almeida tambien consiguio mayoria absoluta. La ministra Reyes Maroto, la de la navajita, concluyó en un patético tercer puesto y desde entonces pena como concejal. De hecho fue candidata porque nadie quiere serlo conscientes de que es ir a territorio hostil. Así desde luego lo considera Sánchez, como tal actúa y ha concluido en que sea así de manera cada vez más enconada. Los madrileños se siente atacados y agredidos de continuo por él. Su última apuesta va de nuevo en esa dirección. A lo que se ve y parece ha puesto a su nombrado ministro a más rencientemente ascendido a jefe de rehala, Óscar Puente, tan solo para hacerle la guerra a Ayuso.

Madrid, el pudridero de la izquierda

Te puede interesar