Maduro no, podrido

Dice el gobierno español que concedió asilo a Edmundo González porque su vida corría peligro en su país. Es cierto, pero ¿quién lo querría matar? Ustedes y yo tenemos una respuesta a esta pregunta y seguro que coincidimos: Maduro, el dictador analfabeto es el principal sospechoso, quizá el único. 


No conforme con el “pucherazo” perpetrado, ahora se dedica a aniquilar a sus opositores, más de mil muertos desde las elecciones fraudulentas que montó, la represión salvaje a la que está sometiendo al pueblo venezolano pretende borrar cualquier huella de democracia y para ello no conoce límites ni filtros, sin más los mata o los encarcela y el mundo mira para otro lado. 


El muy caradura se atreve a llamar fascistas a los que reclaman democracia cuando el único fascista es el y quienes le mantienen aferrado al poder. Si hubo un beneficiado con la salida de Edmundo de Venezuela ese fue el propio Maduro y no hay más que ver sus declaraciones tras la salida del presidente electo, pasó del insulto, las amenazas y las injurias a desearle toda la suerte del mundo en su nueva vida, es más, la fiscalía que dirige el propio Maduro ha retirado todos los cargos inventados con los que pretendía encarcelar a su opositor, una desvergüenza de tamaño sideral que solo se explica como resultado de las negociaciones que el gobierno de España mantuvo con el dictador para organizar la salida del país de Edmundo González. 
El gobierno de Sánchez lo niega, pero el propio dictador asesino lo ha reconocido: hubo negociaciones que llevó Zapatero en nombre de nuestro gobierno. ¡Zapatero! También conocido como el “mudito” por el silencio que mantiene sobre el golpe de estado que ha dado su amigo el dictador Maduro. Pero este esperpento necesitaba un personaje más y ahí aparece el podemita Monedero que es llamado por el dictador como “un gran intelectual venezolano”. 


Monedero, Podemos y toda esa ralea han mantenido siempre una oscura relación con los bolivarianos y algún día se sabrá toda la verdad sobre la financiación de la extrema izquierda española que representa Podemos o lo que quede de ese fracasado movimiento comunista al que pertenecía la actual vicepresidenta Yolanda Díaz, quien también calla ante el “pucherazo” bolivariano. 


Sus defensores son cómplices del asesino Maduro, los que callan son cómplices del sátrapa Maduro, los que no plantan cara a este dictador sanguinario son también sus cómplices por omisión. Maduro no presenta las actas de las mesas electorales porque quedaría retratado el “pucherazo”. 


En resumen, tenemos un dictador que hizo trampas en las elecciones, recuerden a Stalin:” no importa quien vote, lo importante es quien cuenta los votos”, con este axioma el comunismo se disfraza pero mantiene su esencia dictatorial, tenemos también a un asesino que persigue a sus opositores para encarcelarlos o matarlos, tenemos a un loco que adelanta las navidades a octubre porque necesita despistar a los millones de pobres que ha generado en Venezuela y, frente a esto, un gobierno de España que le compra el relato y no pone fecha para que Maduro haga públicas las actas que demuestran su derrota, su gran derrota y su “pucherazo”. 


Sánchez se limita pedir que enseñe las actas, pero” sine die”y Maduro se ríe del mundo y del pueblo venezolano mientras lo sigue triturando como carne en la prensadora. Le salió bien la jugada con Guaidó, y el mundo se tragó otro “pucherazo”, por eso Maduro repite la jugada. Si le sale bien y se aferra al “pucherazo” será el ocaso de las democracias modernas y cuidado, es posible que por estos lares alguno pretenda emularlo. ¿Por qué no? 

Maduro no, podrido

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