En los últimos tiempos por motivos profesionales   llevo recorriendo muchos kilómetros por Galicia. La gran mayoría de ellos por pueblos, ciudades y zonas en las que las playas son una de las más importantes riquezas que tienen los moradores de aquellas demarcaciones. En mis recorridos siempre denoto lo mismo: gran suciedad en las playas donde se acumulan todo tipo de residuos que son perjudiciales para la vida de los elementos, con valva y sin  valva, que utilizan sus  zonas arenosas para su reproducción.

En las últimas horas estuve una doble jornada en la capital del Salnés, Vilagarcía de Arousa, y como siempre  me di unos largos por el paseo marítimo  que une a la capital municipal con Carril, que en otro tiempo fue ayuntamiento. Pude comprobar como la suciedad, los desperdicios, las algas secas, las maderas y los plásticos se acumulan en  unos arenales que en épocas del calor y veraniegas están llenos de personas que disfrutan de aquellas aguas. En verdad que me dio asco comprobar como los que a diario suelen acudir a la doble playa de la Concha y Compostela, tienen que sortear los montones de masas oscuras ,estercoleros, que con las mareas nos envía el mar con toda su fuerza.

Para profundizar en mi artículo me fui a buscar una de las definiciones que  se hacen sobre la a limpieza de playas. En ella se dice que es el proceso de eliminación de la basura sólida, productos químicos densos, y los residuos orgánicos depositados en una playa o costa por la marea. Los seres humanos contaminan las playas con materiales como botellas, bolsas de plástico aparejos de pesca, filtros de cigarrillos, mascarillas quirúrgicas y muchos otros elementos que a menudo provocan la degradación ambiental. Estos materiales también se denominan “desechos marinos” o “contaminación marina” y su cantidad ha ido en aumento debido a las actividades antropocéntricas. Se hace hincapié también en que muchos ríos llevan la basura de algunas ciudades a las playas. Estos contaminantes dañan la vida y la ecología marina, la salud humana.

En otro de los apartados del informe técnico del que me hago eco en mi comentario, señala que millones de toneladas de productos de desecho terrestres llegan a las playas a través del viento, las corrientes oceánicas, las aguas residuales, la escorrentía, los desagües de aguas pluviales y los ríos. La enorme cantidad de desechos se ha convertido en una grave amenaza que permanece demasiado tiempo en los arenales de nuestras playas.

Las informaciones a las que tuve acceso señalan que la competencia de la limpieza de las playas es municipal. Muchos de estos ayuntamientos a los que ha preguntado sobre el tema de la limpieza me indicaron que por regla general lo hacen teniendo como sustento económico el dinero que procede de las diputaciones, y que la campaña de subvenciones de abre para el verano.

Alguien tendrá que poner remedio para que las playas no sigan pareciendo estercoleros. Los moradores y los visitantes de la zona agradecerán que  los arenales permanezcan limpios. Y los mariscadores no tendrán que enfrentarse a la gran mortandad de bivalvos que han descubierto en las campañas de recogida y que les han ocasionada grandes pérdidas económicas. Las playas tienen que estar limpias tanto en el verano como el invierno. Mantenerlas como hasta ahora es una dejadez por parte de los ayuntamientos. Algo imperdonable.