na línea que siguen quienes investigan la corrupción (Policía, Guardia Civil, la Justicia, medios de comunicación) es el rastro del dinero en dirigentes que hasta su llegada a la política no tenían donde “caerse muertos” y en unos años nadan en la abundancia. Esa ruta también la siguen con sus entornos familiares o empresariales.
En el caso Koldo el enriquecimiento es patente en coches de alta gama, apartamentos y pisos, fincas, dinero en el exterior, viajes… y un tren de vida alucinante. Son los signos externos de la riqueza rápida de casi todos los corruptos.
Investigadores aparte, hay “detalles” que llaman la atención a los ciudadanos de a pie. Como el caso de un personaje de la trama Koldo que solo con las mascarillas ingresó seis millones de euros. El auto del juez recuerda “su alto nivel de vida con inmuebles en las zonas más caras de Madrid, vehículos de alta gama, su actividad económica como inversor inmobiliario con negocios en restauración y con actividad comercial internacional...”.
Pues este individuo llevaba 9 años sin hacer la declaración de la Renta. ¿Cómo explicar que tanta riqueza escapara al “gran hermano” que es Hacienda? Si un autónomo, empresario o particular se retrasa un día en la presentación trimestral del IVA o se equivoca en la declaración anual de la renta le cae la mundial. ¿Cómo pudo escapar al fisco este sujeto? Debería responder la ministra de Hacienda para descartar cualquier tipo de connivencia.
Dice el presidente que su partido y su Gobierno son implacables contra la corrupción caiga quien caiga. “Quien la hace la paga”, sentencia.
Eso implica expulsar a los corruptos y exige explicar a la sociedad el alcance de las tramas, sus causas y qué medidas van a implantar para que no vuelva a ocurrir. En este sentido, no parece coherente la actitud del presidente porque despacha toda pregunta de la oposición en el Congreso poniendo a funcionar el ventilador con el clásico “y tú más”.
Además, ese “caiga quien caiga” sobre la corrupción dineraria contrasta con amnistiar “a la carta” a los nacionalistas catalanes.
Malversar fondos públicos y declarar la independencia en contra de la Constitución que rompe la división de poderes y la igualdad de los españoles son delitos y corrupción más graves que la trama de los Koldos, la Gürtel y demás casos de corrupción porque dinamitan el Estado de derecho.
En 2015 el periodista argentino Fernando Gualdoní escribía que “en la provincia de Buenos Aires los votantes no aspiran a tener un gobierno íntegro, sino uno que no robe demasiado” y ese sentimiento de resignación ante la corrupción empiezan a tenerlo muchos españoles ante la aparición periódica de casos Koldo, Tito Berni y otros.
Sobre todo sabiendo que la mayoría de los corruptos se van de rositas y ninguno devuelve lo robado.