Continuamos viviendo momentos difíciles. Todos los gobernantes están preocupados así como los sectores económicos y sociales, además de las familias y trabajadores con menos recursos.
Llama poderosamente la atención que algunas formaciones políticas tienen una enfermiza obsesión por la bajada de impuestos, paradógicamente en momentos de un excesivo gasto público para amortiguar los efectos de la pandemia mundial y del conflicto bélico en Europa.
También llama la atención que éstos mismos políticos y gobernantes que solicitan la rebaja de impuestos al mismo tiempo quieren que se les incremente el presupuesto económico para inversiones. Cómo compaginar dichas opciones, sin dañar los derechos básicos y fundamentales de las personas?
Nuestro país tiene pendiente una necesaria y urgente reforma tributaria para que paguen más impuestos los que más tienen, pero parece ser que nuestros gobernantes no lo consideran como un asunto urgente o bien no tienen la suficiente valentía para adoptar las medidas necesarias, de acuerdo con la legalidad vigente.
El artículo 31 de la Constitución española establece claramente que “todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo…”. A que se espera para garantizar esa igualdad y progresividad fiscal?. O es que se pretende continuar rebajando más impuestos a los que tienen las rentas más altas?