La salud mental se encuentra en el foco de la sociedad actual. Hace no tantos años aún se consideraba un tema tabú. La ansiedad, depresión o el suicidio eran problemas que se colocaban bajo un fino manto hasta que no se podían ignorar más. Hoy en día todavía nos queda mucho por recorrer, ya que casos como estos se siguen dando casi diariamente, pero se puede apreciar un claro cambio de paradigma: cada vez hay más recursos, alternativas y personas que hablan sobre la salud mental.
Podríamos decir que la teoría la tenemos, ¿pero y la práctica? Es fácil identificar un dolor, por ejemplo, de rodilla. También sabemos cuál es el proceso que debemos seguir: en primer lugar, ir al médico, segundo, seguir el tratamiento que nos han dado. A partir de ahí pueden darse complicaciones que nos hagan cambiar de profesional, pero el proceso inicial se suele repetir siempre. Este método se ha intentado traspasar al ámbito de la salud mental. Si estamos “tristes” o tenemos problemas a la hora de relacionarnos, gestionar el estrés o de mantener las horas de sueño adecuadas es usual que nos redirija a un psicólogo o psiquiatra. Ahí, en teoría, curarían nuestras dolencias “mentales” y volveríamos a la normalidad, pero es mucho más complejo.
La labor de psicólogos y psiquiatras es sumamente importante y ayuda mucho a todas las personas que están luchando contra la depresión, ansiedad u otros trastornos psicológicos. Sin embargo, no todos se pueden permitir un profesional de seguro privado y, muchas veces, la salud pública tiene listas de espera que llegan a ser increíblemente frustrantes. Además, lo que a uno le puede servir quizás a otro lo deje indiferente. Cada persona es un mundo. Y es justamente ese “mundo interior” lo que nos invita a descubrir La Akademia, ayudándonos a conectar con nuestras emociones, con nosotros mismos y con los que nos rodean en un espacio de confort en el que nadie se sienta juzgado. La Akademia nace en el año 2011 y desde entonces ha ido extendiéndose hasta llegar a tener presencia en 50 ciudades de 7 países: España, Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay.
El nombre de La Akademia está principalmente inspirado en la escuela de Atenas, fundada por el conocido filósofo Platón en el siglo IV a.C. Se encontraba en los jardines de Akademo, un héroe de la mitología griega. De ahí nace el actual sustantivo conocido como “academia”, usado para designar este tipo de instituciones. En este caso, quisieron hacer un pequeño guiño a los orígenes griegos al introducir la “k” en el nombre.
La Akademia llega a la ciudad de A Coruña en 2017 de la mano de Pedro Anido, quien hoy en día sigue trabajando por hacer llegar este proyecto a jóvenes que se encuentran en un momento complicado de sus vidas o, simplemente, que crean que esta puede ser una experiencia enriquecedora para ellos. A pesar de que han tenido sus cambios, adaptándose a las demandas de la ciudad gallega, el programa actual se ofrece a jóvenes que se encuentran entre los 18 y 23 años.
Hay que considerar que es un proyecto no lucrativo y que se sostiene gracias a los diferentes colaboradores que elaboran talleres o ceden espacios para sus actividades. A ellos también se suman los exalumnos de cursos anteriores, quienes eligen continuar en contacto con La Akademia haciendo sus propios talleres, actividades o ayudando con la difusión en redes sociales. Es un proyecto basado en la coordinación de todos sus voluntarios y la ilusión de hacer un bien común.
Los cursos de La Akademia se hacen a última hora de la tarde durante todos los viernes. Se extiende hasta los 9 meses, aunque las personas pueden dejar de ir cuando lo deseen. Si consideran que todavía no están preparados o, incluso, que los cursos no cumplen con sus expectativas, podrán dejar de acudir a las clases sin problema alguno. Cada semana se van rotando los lugares y talleres según los espacios colaboradores que estén disponibles. “Yo me reenamoré de la humanidad. Por suerte, nuestro proyecto no corre ningún riesgo porque hay mucha gente disponible que quiere venir a ofrecer tres horas de actividades de forma totalmente gratuita”, nos cuenta con gran ilusión María Álvarez Cristóbal, educadora emocional e ingeniera que es parte del equipo directivo de La Akademia. Habla del apoyo que han tenido durante todos estos años gracias a los colaboradores y personas comprometidas que han hecho realidad los diferentes talleres. Son uno de los pilares fundamentales del proyecto.
En la ciudad de A Coruña hay diversas sedes que han abierto sus puertas a La Akademia, como Inspira, el centro de yoga ubicado en el número 123 de la avenida Finisterre; el centro María Blanco, situado en Riazor; y hasta la finca O Soño de Cambre, donde hay hasta caballos y se pueden realizar diversas actividades de conexión con la naturaleza. A estas se suman otros lugares más, aunque varían según los cursos. Hay sedes que se desapuntan y otras que se apuntan dependiendo de los cursos, por lo que hay un flujo y variedad constante.
“Siento que lo que nos une es esa ilusión infantil, que es un poco el motor del mundo. Todos somos personas que, en algún momento, nos recalculamos. Llegó un momento en el que dijimos “¿qué estamos haciendo con nuestras vidas?” Tocamos fondo tras desgracias varias o simplemente llegamos a una edad en la que empezamos a ver las cosas de otra forma”, nos sigue contando María Álvarez acerca del nexo común que une a todas las personas que colaboran en La Akademia. Y, aunque es un proceso basado en la coordinación y cooperación, también se busca la individualidad. En La Akademia creen firmemente que no debes ser igual a nadie para encajar en la sociedad, es por eso que quieren hacer que cada persona descubra las cosas que los hacen únicos, y no solo eso, sino que también se enorgullezcan de ellas.
"Una de las cosas más importantes de la academia es crear un espacio de confianza donde se tratan temas profundos y las personas sientan y se abran. Claro, no son temas fáciles de hablar. Es, por ejemplo, como los gatos pequeños. ¿Por qué no lloran? ¿Por qué no se esconden? Porque sienten un espacio seguro. Aquí hacemos lo mismo. Y la verdad es que, desde el principio, todos los años ves magia”, habla ahora el fundador de La Akademia en A Coruña, Pedro Anido. “Entonces, en el momento en que estás en un espacio seguro y te atreves a compartirlo y escuchas a los demás decir “yo también” es como si algo se derritiese dentro de ti, es decir, como si se cayese un caparazón. En ese instante, la extrañeza de que a más gente le pase lo mismo que a ti se convierte en un potencial”, añade María Álvarez.
A pesar de esto, es importante tener en cuenta que La Akademia no pretende ser una terapia. Sí es cierto que disponen con médicos, psicólogos y terapeutas dispuestos a dar diferentes talleres, pero siempre se recomienda compaginarlo con una terapia psicológica. Al final del día, La Akademia ofrece a sus participantes un proceso lo más cercano posible, pero hay personas que acuden con cuadros de ansiedad, depresión u otros trastornos que necesitan de un profesional y un seguimiento intensivo.
Muchos jóvenes están encantados con la labor social de La Akademia. De hecho, hay unos altos índices de antiguos participantes que han terminado uniéndose como colaboradores a este proyecto, llegando a formar equipos directivos de lo más completos. Este es uno de los grandes objetivos de La Akademia: contar con jóvenes dispuestos a seguir impulsando este proyecto. “La realidad en la que vivimos es que hay un psicólogo para cada 10.000 personas en España. Yo creo que es muy importante el proyecto a nivel social porque promueve una ética que va contra el modelo social en el que vivimos, es decir, se le da importancia a la parte espiritual de nuestra vida. Es algo que yo, por lo menos, creo que ha ido mermando poco a poco a medida que hemos ido cambiando de modelo económico”, habla Maruxa Costas, una de las exalumnas del curso del año pasado, quien mantiene contacto con La Akademia. Para ella, su participación en este proyecto fue algo que consiguió ayudarla en un momento difícil y, ahora, ha decidido devolver la ayuda colaborando con todos los que estuvieron con ella a lo largo de los 9 meses que duraban las clases.
La perspectiva de futuro de La Akademia es ayudar a democratizar la ayuda emocional de personas que se encuentran en un momento fundamental de sus vidas, pues están en ese momento que empiezan o terminan sus formaciones y se inician en el mundo laboral. Presentan un proyecto social completamente gratuito para aquellos que quieran aprovecharlo, al mismo tiempo que también se forman a sí mismos a través de las experiencias de aquellos que acuden a los talleres y actividades. En A Coruña vuelven a arrancar con la siguiente edición del curso 2024-25. Sus inscripciones están abiertas hasta el 11 de septiembre, aunque siempre suelen dejar un poco más de tiempo para que algún curioso más se anime a sumarse a sus cursos, mientras terminan los últimos preparativos para iniciar un nuevo curso que, sin duda alguna, les traerá grandes sorpresas y alegrías.