La primavera en Galicia es un espectáculo de vida: bosques que reverdecen, playas bordeadas de flores y montañas cubiertas de brezo. Pero para miles de gallegos, esta estación no es sinónimo de paseos idílicos, sino de picores, congestión y pañuelos de papel.
La misma humedad y biodiversidad que convierten a la región en un paraíso natural la hacen también un infierno para los alérgicos. Y la mejora de las condiciones meteorológicas en los últimos días no ayuda a quienes sufren con la llegada de la primavera. Los niveles de polen han alcanzado niveles críticos, lo que impacta considerable en la salud de los afectados.
Galicia no se conforma con un solo tipo de alérgeno. Su clima húmedo y templado crea un trío imbatible:
Abedul, pino y plátano de sombra liberan nubes de polen que colonizan el aire, pero el verdadero villano es la parietaria (ortiga), con una polinización que se extiende de marzo a octubre. Según la Sociedad Gallega de Alergología (SGAIC), el 40 por ciento de las consultas primaverales en la comunidad están relacionadas con esta planta.
Apps como Polen Control (SEAIC) ofrecen alertas en tiempo real de niveles de polen en A Coruña, Ourense y otras provincias.
Purificadores de aire con filtro HEPA: imprescindibles en dormitorios.
Ventilar, pero con estrategia: solo diez minutos al día, preferiblemente al mediodía (menor polinización).
Lavar la ropa de cama en agua a 60°C: mata ácaros eficazmente.
Playas con viento del norte: reduce la concentración de polen (ej: Carnota, Praia das Catedrais).
Bosques de eucalipto: emiten menos polen alergénico que otras especies.
Inmunoterapia personalizada: hospitales como el Álvaro Cunqueiro-EOXI (Vigo) desarrollan vacunas basadas en el perfil alergénico de la zona.
Sprays nasales con agua de mar: recomendados por farmacéuticos.
La primavera gallega, aunque desafiante para los alérgicos, no tiene por qué ser una condena. Con la información adecuada, la implementación de estrategias preventivas y el aprovechamiento de los recursos disponibles, es posible minimizar los síntomas y disfrutar de la belleza de esta estación. La clave reside en la combinación de ciencia, tecnología y una actitud proactiva para convertir la aparente contradicción de Galicia en una convivencia armoniosa con su entorno natural.