El día 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, una fecha instaurada por Naciones Unidas para visibilizar a las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) y contribuir a promover el ejercicio efectivo de sus derechos.
A Felipe Ferrero le diagnosticaron autismo con dos años. “Hasta el año y medio era todo completamente normal. Señalaba, hablaba… una noche se despertó siendo otro niño completamente diferente. De repente no hablaba, no miraba, no señalaba, no hacía caso. Tuvo una regresión Y entonces, yo lo hablé con la pediatra y nos derivó al neurólogo. Y efectivamente, a los dos minutos se dieron cuenta de que el niño tenía autismo”, destaca Cristina Ferrero, la madre de Felipe.
Cristina descubrió la terapia Lovaas, una terapia conductual que aplica el método Aba: “esta terapia se imparte en casa y se realiza todos los días. Yo me formé también como terapeuta. Somos varias personas las que realizamos la terapia, siempre en casa, porque es en su entorno. De esta forma se trabajan las conductas disruptivas y las autoestimulaciones. Felipe mejoró muchísimo gracias a esto. Ahora te mira a los ojos y se comunica a su manera, porque todavía no habla”, añade Cristina.
Desde hace unos meses, a Felipe y a Cristina los acompaña Lasaña, una perra de asistencia. Los perros de asistencia para niños y niñas con autismo (PSNA) forman parte del núcleo familiar, apoyándolos en la mayor parte de las actividades de la vida diaria, tratándose así, de un acompañamiento constante a lo largo del desarrollo del niño o la niña.
Los usuarios de perros de asistencia encuentran en sus perros seguridad y relajación, por lo que su apoyo es especialmente beneficioso en entornos que puedan producir estrés o ansiedad (ambientes con muchos estímulos como los parques, centros comerciales, visitas a hospitales…). “Lasaña se anticipa a las conductas disruptivas, lo calma, por las noches le ayuda a conciliar el sueño y le está fomentando el habla. Tuvimos que ponernos en contacto con un centro de adiestramiento. El proceso empezó hace tres años y todavía conseguimos a Lasaña hace unos meses, porque lleva su tiempo adiestrarlo. Lasaña es una perra muy mansa. Por la noche, si Felipe se mueve mucho, te avisa. En la calle, también ayuda a que el niño no salga corriendo porque tiene que estar centrado en llevar agarrado a la perra e ir paseando con ella. Ha ganado una seguridad tremenda”, destaca.
Cristina destaca también lo involucrados que están en el colegio con Felipe: “es un niño muy sociable y muy cariñoso, le encanta el contacto. Cada trimestre, sus compañeros se sientan en sitios diferentes y Felipe siempre se sienta en el mismo y ellos, piden sentarse con él. A Felipe le encanta rodearse de niños y está muy integrado. Los padres además, son súper comprensivos y en el colegio están muy involucrados. Va al Compañía de María y está realmente de maravilla allí. Felipe es un niño muy feliz, sonríe muchísimo”.
Cada año, el movimiento asociativo del autismo en España promueve una campaña de sensibilización con el objetivo de que la ciudadanía conozca mejor la especificidad del autismo, empatice con las personas en el espectro y sus familias, y contribuya así a mejorar su calidad de vida y a participar en la sociedad en igualdad de condiciones. Cristina, junto a otras dos madres, acaban de crear la asociación Voitheia, para conseguir apoyos para personas con discapacidad: "estamos aún iniciando rumbo, pero ya está constituida", añade.