Endocrinólogos españoles han advertido de la "prevalencia y alarmante tendencia al alza" de la esteatosis hepática metabólica (EHmet), una enfermedad que padece una cuarta parte de la población y que en diez años aumentará más de un 50 % y podría convertirse en la primera causa de cirrosis en el mundo.
Así se ha puesto de manifiesto este jueves en el marco del XXXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (SED) que se celebra hasta el sábado en Valencia y durante una mesa redonda conjunta de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Diabetes (SED).
Para esta dolencia, la causa más común de enfermedad hepática crónica en todo el mundo, no existe en la actualidad ningún fármaco aprobado para su tratamiento, aunque en estudios experimentales, la reprogramación del metabolismo de las células estrelladas, afincadas en el hígado, permite inducir o revertir la fibrosis hepática.
“Esta enfermedad se ha convertido en la causa más común de enfermedad hepática crónica, y se calcula que un 25 % de la población mundial tiene EHmet”, ha destacado el profesor Rubén Nogueiras Pozos, del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad Santiago de Compostela.
Nogueiras ha advertido de que "lo peor está por venir, ya que se estima que se incrementará un 56 % en los próximos 10 años, lo que la convertirá posiblemente en la principal causa de cirrosis”, según informa la organización del encuentro.
Los expertos han destacado los progresos que se están registrando a nivel diagnóstico, y también en la investigación básica y clínica.
Hasta hace poco tiempo el diagnóstico fiable de esta enfermedad requería biopsia y ahora se dispone de una tecnología de ultrasonido que mide la rigidez del hígado (dureza) y los cambios grasos en el hígado, por lo que se ha avanzado mucho”, ha opinado Nogueiras, que explica que esta técnica, junto con un análisis de sangre, “permite obtener un diagnóstico bastante fiable del estadio en el que se encuentra la enfermedad”.
Según indica, existen múltiples formas de investigar esta enfermedad, dado su carácter heterogéneo y multifactorial, y la gran mayoría de estudios se centran en el hepatocito, al ser la célula más abundante en el hígado.
“Nuestra propuesta es que, además de los hepatocitos, otras células pueden ser importantes para darnos las claves de cómo tratar de evitar que la enfermedad siga progresando a estadios más graves, e incluso de mejorar la situación”, ha indicado el representantes del CiMUS, que ha destacado además la necesidad estudiar la reprogramación del metabolismo de unas células que están en el hígado llamadas células estrelladas.
Estas células normalmente están inactivas, pero cuando hay un daño en el hígado se activan y son las responsables de la fibrosis hepática, que se produce cuando la EHmet va progresando, ocasionando un daño más severo.
“Dependiendo del tipo de reprogramación, podemos activar o inactivar estas células y, por tanto, inducir o revertir la fibrosis hepática en animales de experimentación”, ha explicado Nogueira.
Respecto al tratamiento de la esteatosis hepática metabólica, todavía se está buscando un tratamiento farmacológico que sea realmente eficaz y, según ha expuesto Rubén Nogueiras, “ahora mismo no existe ningún fármaco aprobado" para tratar esta dolencia.
Hay ensayos clínicos que han probado diferentes medicamentos sobre distintas dianas, pero no han conseguido dar el paso a la comercialización, y otros que están en marcha pero aún se está pendiente de la publicación de sus resultados.
“Identificar y caracterizar nuevas dianas terapéuticas es fundamental, ya que podría suponer nuevas estrategias para tratar la enfermedad. Esto es un proceso largo y es el gran desafío de la investigación traslacional, pero soy optimista”, ha concluido este experto.