La Navidad y los trastornos alimentarios: consejos de la psicóloga Alba Martínez

La Navidad y los trastornos alimentarios: consejos de la psicóloga Alba Martínez
La psicóloga Alba Martínez. I CEDIDA

Para muchas personas, la Navidad es sinónimo de alegría, reuniones familiares y celebraciones. Sin embargo, la psicóloga Alba Martínez destaca que esta época puede ser especialmente difícil para quienes tienen una relación conflictiva con la comida o su cuerpo.

 

“La presión social por disfrutar ‘sin límites’ y los comentarios sobre el físico o la comida pueden intensificar el estrés y el malestar emocional, generando una sensación de culpa y vergüenza que muchas veces se vive en soledad”, destaca la profesional. 

 

Antes de las celebraciones: preparar el terreno

 

La psicóloga subraya la importancia de entender que “el objetivo de las Navidades no debe ser cumplir metas nutricionales, sino disfrutar de las relaciones y el tiempo compartido”. Entre las estrategias que propone están:

 

1. Evitar la sobrecarga mental: es fundamental que las personas afectadas no se vean involucradas en la preparación de comidas o menús, para reducir la rumiación mental.

2. Mantener rutinas y familiaridad: no es el momento de introducir alimentos o platos nuevos. Si se quieren hacer cambios, deberían plantearse con antelación.

3. Dialogar desde la empatía: se pueden hacer preguntas como: ‘¿Cómo te sientes con esto?’ o ‘¿Hay algo que pueda hacer para que te sientas más cómoda?’ puede abrir un espacio de comprensión.

4. Planificar las reuniones: a veces, comer delante de otras personas puede ser muy complicado. Ayudar a planificar con quién se compartirán las comidas y ofrecer esa información de antemano puede aliviar la ansiedad.

5. Establecer acuerdos de apoyo: por ejemplo, pactar que la persona no acuda sola al baño si existe riesgo de conductas compensatorias. 

 

La especialista también enfatiza la importancia de educarse y educar: “Hay guías, podcast y recursos que pueden ayudar tanto a los afectados como a sus familias a comprender mejor esta situación”. 

 

Durante las comidas: el enfoque relacional

 

Martínez explica que durante las comidas navideñas, el entorno puede jugar un papel determinante: “Debemos evitar cualquier comentario sobre la comida o el cuerpo, y centrarnos en conversaciones más amenas y reconfortantes”.

 

Entre las recomendaciones destacan:

 

• Servir las raciones ya emplatadas: esto reduce la sensación de descontrol y evita que la persona se enfrente a cantidades abrumadoras de comida.

• Evitar actuar como ‘policías’: lo que ocurre en unos pocos días festivos no define nada. Es más importante lo que pasa entre enero y diciembre que lo que sucede entre Navidad y Año Nuevo.

• Favorecer un ambiente tranquilo: el picoteo, por ejemplo, se debería hacer sentado y con porciones claras, ya que el gesto de ‘coger’ directamente puede generar culpa.

 

Después de las celebraciones: cuidar el bienestar emocional

 

Tras las comidas, Alba Martínez señala que es crucial implementar estrategias que reduzcan el malestar y el riesgo de conductas compensatorias:

 

• Retirar y guardar alimentos: es importante retirar los restos de comida de la mesa y almacenarlos de manera organizada, para prevenir episodios de atracones.

• Actividades de desconexión: acortar las sobremesas y proponer actividades como ver una película o jugar a juegos de mesa puede ayudar a que la atención se desplace de la comida a algo positivo.

• Evitar restricciones posteriores: no necesitamos compensar las comidas de celebración con ayuno o ejercicio excesivo. Este tipo de conductas perpetúan un ciclo de culpa y control.

 

El papel de la familia y amigos

 

Martínez insiste en que el entorno cercano tiene un papel esencial: “Es importante que los allegados entiendan que las personas con trastornos alimentarios muchas veces no se sienten capaces de poner límites. Los comentarios sobre el físico o la comida no son bienvenidos, ni en Navidad ni en ningún momento del año”. 

 

Si eres una persona afectada, la psicóloga anima a trabajar el autocuidado: “Expresar límites y redirigir conversaciones puede ser una herramienta poderosa. También es útil acordar una señal con alguien de confianza para pedir ayuda si se necesita apoyo emocional”. 
 

En última instancia, Alba Martínez recuerda: “Las Navidades no son un examen ni un medidor de nuestro progreso. Son un día más en el calendario, y lo importante es priorizar el bienestar emocional y relacional”. 

La Navidad y los trastornos alimentarios: consejos de la psicóloga Alba Martínez

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