Los neurólogos valoran la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) como "copiloto" o "asistente" para facilitarles la toma de decisiones y ofrecer una mejor asistencia, pero consideran que no podrá sustituir la valoración y enfoque del especialista porque no interpreta las circunstancias sociales, culturales o familiares de los pacientes.
Así se ha puesto de manifiesto en la rueda de prensa celebrada este jueves en el marco de la 75ª reunión anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que esta semana reúne en la ciudad de València a 3.500 profesionales de todo el mundo, donde se abordan, entre otros temas, los avances en tratamientos y el uso de la inteligencia artificial.
En el encuentro se presentarán los resultados de varios dispositivos médicos de IA destinados a mejorar el triaje de pacientes con ictus, ayudar en el análisis de resonancias magnéticas para el diagnóstico de enfermedades neuromusculares, o identificar a pacientes con párkinson que sean candidatos para recibir terapias de segunda línea.
Programa IncubaSEN
José Miguel Láinez, presidente de la SEN, ha anunciado la puesta en marcha del programa incubaSEN y del “Área de Neurotecnología e Inteligencia Artificial”, de la que dependerá su Comité de Nuevas Tecnologías e Innovación (TecnoSEN), para fomentar la creación de empresas emergentes tecnológicas y velar por que las soluciones tecnológicas basadas en IA dispongan de todas las garantías en cuanto a validez, seguridad y eficacia.
También se presentará una empresa emergente que ha creado un sistema que pretende validarse como diagnóstico precoz de enfermedades neurodegenerativas mediante el estudio de movimientos oculares, y ha explicado que exigen modelos de IA que en función del lenguaje podrían predecir que el paciente está empezando a desarrollar un Alzheimer o tiene la enfermedad de Parkinson.
Laínez ha bromeado señalando que espera que dentro de diez años esta rueda de prensa "no la de el chatGPT de la Neurología, que sigamos estando aquí y no haya un robot que esté explicando esta historia", aunque "estaría bien que tu avatar estuviera aquí y tu estés en el Caribe", a lo que David Ezpeleta, secretario de la SEN, ha indicado que "no será diez años, será diez meses igual y serán hologramas".
Ezpeleta ha subrayado que la inteligencia artificial es buena a la hora de hacer predicciones de pronósticos con mayor precisión, "al manejar más variables y darnos perfiles de pacientes que van a responder a un tratamientos" y también ha modelos que diseñan moléculas o proteínas.
Ha señalado que en los últimos cinco años ha aumentado en más de un 600 % el número de dispositivos médicos de IA y aprendizaje automático aprobados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) de Estados Unidos y la tendencia es que se siga añadiendo a dispositivos que permitan a los médicos que sus propios diagnósticos y toma de decisiones terapeúticas sean mejores.
De los más de 500 dispositivos médicos de IA y aprendizaje automático aprobados para su utilización en el campo de la medicina, un 34 % están destinados específicamente para su utilización en enfermedades del sistema nervioso central y un 37 % pueden tener aplicación útil en el campo de la Neurología.
Estas tecnologías "vienen a la ayuda del neurólogo, no ha sustituirle sino a ayudar a hacer una actividad clínica de manera más rápida, eficaz, eficiente y segura", ha indicado.
La IA aún no puede sustituir al neurólogo
Javier Camiña, vocal del Área de Comunicación de la Sociedad Española de Neurología, ha explicado que esperan que la IA les ayuda a tomar decisiones pero "como nuestro copiloto, nuestro asistente" porque "aún no puede sustituir nuestra valoración y enfoque porque no interpreta las circunstancias sociales, culturales o familiares de los pacientes y en las decisiones clínicas en cuanto a la evolución de las enfermedades hay matices que no puede gestionar por sí solo".
"Es una revolución en la que aspiramos a que nuestra manera de relacionarnos con el paciente sea más fácil y segura para todos ", ha señalado para añadir que hay un trabajo realizado en Galicia sobre si la IA es capaz de realizar la entrevista clínica, el diagnóstico y el tratamiento de pacientes con Neurología, y el diagnóstico fue correcto en torno a un 40 por ciento de casos y el tratamiento en un 37 %.
A su juicio, es una herramienta con una "capacidad de aprendizaje exponencial, con un desarrollo rapidísimo y una capacidad de mejoría asombrosa pero que en este momento todavía no está capacitada para dejarle tomar decisiones de manera autónoma y necesitamos que nos acompañe para tener la mayor capacidad de predicción posible y que la toma de decisiones sea informada y segura para nuestros pacientes".