La investigación y la vigilancia de las infecciones de transmisión sexual (ITS) mejoró sustancialmente su manejo en décadas, pero el incremento de su incidencia en los últimos años en España, de hasta un 20% en algunas como la gonorrea o la clamidea, preocupa mucho a la comunidad científica y sanitaria.
Por eso, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que estudia las ITS desde el Centro Nacional de Epidemiología, el Centro Nacional de Microbiología y el Ciber, lanzó una nota acompañada de un vídeo divulgativo para concienciar sobre la importancia de estudiar y vigilar estas patologías de origen infeccioso.
Aunque la principal vía de transmisión son las relaciones sexuales, existen otros modos de infección, que causan diferentes microorganismos, como virus, bacterias, protozoos o ecotoparásitos.
Por su magnitud, se consideran un problema de salud pública: la OMS calcula que, cada día, más de un millón de personas contraen una ITS, en muchos casos de manera asintomática, y que cada año se producen unos 375 millones de nuevos casos de las cuatro más comunes, que son la clamidiosis, gonorrea, sífilis y tricomoniasis.
Según recuerda el ISCIII, los últimos datos disponibles, correspondientes a 2021, revelan un incremento de su incidencia en España, de forma que la tasa de infecciones de gonorrea por 100.000 habitantes se disparó un 19% desde 2010, un 8% en el caso de la sífilis y un 18% en el de la clamidea.
A excepción de la clamidea, que padecen más las mujeres, en el resto de ITS se observa una mayor afectación en hombres.
Estas infecciones suponen una importante preocupación para la comunidad científica y sanitaria, ya que, una vez se superan, no dejan inmunidad, por lo que se pueden producir reinfecciones.
También existe la posibilidad de infecciones mixtas, señala el ISCIII, por lo que es necesario hacer un diagnóstico diferencial e identificar correctamente cada una de ellas, si bien uno de los principales problemas que hay a la hora de manejar estas patologías son las resistencias antimicrobianas, que dificultan su tratamiento.
Su impacto también radica en las complicaciones y secuelas que pueden dejar si no se diagnostican precozmente y se tratan adecuadamente, tales como infertilidad, enfermedad inflamatoria pélvica, orquitis, epididimitis y cáncer en el caso del virus del papiloma humano. Muchas ITS, además, favorecen la infección por VIH, para la que existe tratamiento pero no curación, de ahí que el ISCIII subraye la importancia de la prevención y del diagnóstico precoz.