Casi un millar de medicamentos tiene problemas de suministro, una crisis que podría empeorar

Casi un millar de medicamentos tiene problemas de suministro, una crisis que podría empeorar
Un farmacéutico dispensa sus medicamentos a un cliente | Aec

El Ministerio de Sanidad cuenta actualmente con 924 alertas activas por medicamentos que tienen problemas de suministro, una crisis agravada en los últimos años y que es “multifactorial”, entre otros motivos por la incertidumbre a nivel internacional, sin que por el momento parezca que se vayan a solucionar.


“Hay algunos que llevan con un suministro irregular bastante tiempo. Creo que desde el año pasado se duplicaron y afecta a todo tipo de medicamentos. Y el próximo año las cosas se van a poner más feas”, advierte una vocal del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, Paula Briones.


Hipertensivos, antidiabéticos y colirios son los principales productos que las apotecas detectan con ruptura de stock, especialmente en los últimos años, aunque a diferencia del año pasado la llegada de los antibióticos parece haberse estabilizado.
Briones explica que, en el caso de que un paciente se acerque a uno de sus establecimientos a por un producto concreto que no hay, siempre pueden echar mano de una aplicación informática Farmahelp, que permite localizar farmacias cercanas que sí lo tengan para así poder indicarle al cliente a dónde puede acudir.


“Nos está ayudando bastante”, subraya la vocal, aunque reconoce que la cosa se complica cuando no se encuentran los medicamentos en la forma concreta que receta el médico. Y es que las farmacias no pueden sustituir, por ejemplo, un comprimido por un sobre, aunque se trate del mismo producto y la misma marca, por lo que hay que volver a consultar al facultativo. Por esto mismo, los colegios de farmacias llevan años reclamando una regulación estable que permita a sus profesionales recomendar el mismo medicamento pero en diferente formato, sin tener que pasar por el médico.


También puede ocurrir que la ruptura de stock afecte a un producto muy específico que, por ejemplo, solo tenga un fabricante y no haya sustituciones. 


En esos casos extraordinarios se suele extender una solicitud a la Administración sanitaria para que la adquiera en el mercado extranjero. “Con todos estos pasos que hay, normalmente, la escasez no se convierte en una alarma sanitaria”, subraya Iñaki Sánchez, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra.

 

 

Cambio de reglas mundiales


Los motivos de los que derivan los problemas de suministro son múltiples, tal y como explica Sánchez. “Hace tiempo que cambiaron las reglas del mercado a nivel mundial”, incide, poniendo el foco en la incertidumbre de los últimos años, marcados por las guerras y la pandemia del covid.


La crisis de materiales provoca también las rupturas de stock, no tanto en la fabricación de los fármacos, sino a los envases y a los blíster en los que van las pastillas, por ejemplo. Buena parte también es por una cuestión económica. Según asegura, aunque con “ciertas reservas”, Sánchez, España “no es el país más atractivo para las multinacionales de la medicina”.


En esta cuestión coincide con Briones, que afirma que otros países “pagan más por sus medicaciones”, lo cual les salva de estas crisis que sí vive España, donde los precios “son irrisorios y siguen bajando”. “Habrá que ponerse a la cola para comprar”, ironiza. 

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