E n meteorología, la temporada de invierno de la Tierra para el hemisferio norte y la temporada de verano para el hemisferio sur comenzaron el 1 de diciembre de 2022. Sin embargo, el solsticio de diciembre trae las estaciones astronómicas de invierno y verano, respectivamente, para los dos hemisferios de nuestro planeta. Esto sucederá el 21 de diciembre a las 21.48 UTC.
Según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), esta estación durará aproximadamente 88 días y 23 horas, y terminará el 20 de marzo de 2023 con el comienzo de la primavera.
El inicio del invierno en el hemisferio norte está definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el Sol presenta su máxima declinación sur. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su menor elevación sobre el horizonte al mediodía y describe en el cielo el arco más corto. Como resultado, ese es el día con menos horas de Sol del año. Además, durante varios días la altura máxima del Sol al mediodía parece no cambiar, y debido a ello, al comienzo del invierno también se le llama solsticio de invierno (del latín ‘solstitium’, Sol quieto).
Mientras, la mitad sur del mundo está experimentando su día más largo y su noche más corta. Por lo tanto, todas las ubicaciones al norte del ecuador ven una duración del día inferior a doce horas y todas las ubicaciones al sur ven una duración del día superior a doce horas.
Con algo menos de 89 días de duración, el invierno en el hemisferio norte es la estación más corta. Ello se debe a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y el invierno coincide con la época del año en la que la Tierra se encuentra más cerca del Sol. Cuando esto sucede, la Tierra se mueve más rápido en su órbita y necesita menos tiempo para llegar al punto donde comienza la siguiente estación.
El inicio del invierno puede darse en cuatro fechas (del 20 al 23 de diciembre). A lo largo del siglo XXI el invierno comenzará en los días 20 a 22 de diciembre (fecha oficial española), siendo su inicio más tempranero en 2096 y el más tardío el de 2003. Las variaciones se deben al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Aunque el día del solsticio de invierno corresponde al de menor número de horas de Sol, la diferencia de horas entre el día y la noche depende de la latitud del lugar. Para la latitud de Madrid, el día del solsticio tendrá nueve horas y 17 minutos de Sol, a comparar con las quince horas y tres minutos que tuvo el día más largo (solsticio de verano).
La diferencia entre el día más corto y el más largo es de casi seis horas de Sol. A medida que nos acercamos al ecuador, esa diferencia disminuye, mientras que en los polos la diferencia es máxima.