La vicepresidenta del colectivo, Marcela San Martín, ve necesario juntar a las mujeres “que son tan poderosas” porque se aprende mucho de ellas, dice, y con ellas, presentarán un proyecto de dos años de vida, en los que han hecho “bastantes cosas, hablaremos de nuestra formación y los proyectos donde trabajamos”. El próximo se irá hasta los centros escolares en esa intención de enseñarles desde pequeños y a darle visibilidad a las mujeres a través de referentes en todas las áreas de la industria y música con cursos y talleres. Marcela calcula que tendrá lugar a partir de enero y hasta final de curso.
A nivel estatal, ya realizaron el año pasado las noches MIM dedicadas a las mujeres, citas simultáneas en las salas de todo el estado donde los acordes los pusieron ellas. Fue un acto puntual.
El reto en el que ocupan ahora su tiempo supone empezar desde abajo. La representante aplaude iniciativas como las del festival Noroeste, donde más del 70% del cartel fue femenino, algo que demuestra que se puede hacer, “que buscando y teniendo colaboradores como MIM y otros colectivos, se puede colaborar y crear cosas bastante interesantes”.
Aún así, explica que la realidad es bien distinta, que “vas viendo que predomina la figura masculina aunque enseñando que puede haber mujeres también creamos una normalidad” y mujeres y hombres trabajando juntos suma, nunca resta. La lucha, añade, va también “a que no te miren estéticamente físicamente” porque “no tiene ninguna importancia, que nos miren como un igual y nos juzguen por el trabajo.
En este sentido, recordó a las actrices en la entrega de los Oscar, donde todo se analiza: “Ellas pusieron el grito al cielo y dijeron ‘no me enfoques el vestido y pregúntame por el papel, no por quien me viste’” y esto es algo que “tenemos que aprender todos”, también las mujeres: “Primero que se vea nuestro trabajo y después hablamos de trapos con un vino”. En cuanto a MIM, el colectivo se subió este año al estrado en el festival Primavera Sound. Les premiaron por su gestión y por conseguir 300 socias y socios en dos años. Aparte de la labor de visualizar y de pelear porque en los escenarios haya mujeres y hombres, dan un toque de atención a certámenes donde el jurado es solo masculino o tratan de hacer un estudio para ponerle números a las que trabajan en el sector.