La ley trans llevó a España a escalar siete puestos en el Índice Arco Iris sobre el respeto a los derecho Lgtbiq+, que elabora anualmente la organización ILGA Europa, con lo que se sitúa en la cuarta posición, tras Malta, Bélgica y Dinamarca.
El estudio analiza la situación legal y política de las personas Lgtbiq+ en 49 países europeos, reseña en un comunicado la Federación Estatal Lgtbiq+, que colaboró en la elaboración del informe. Este año el estudio muestra que, “aunque el discurso público es cada vez más polarizado y violento, en particular contra las personas trans, la determinación política de promover los derechos de las personas Lgtbiq+ está dando sus frutos” y se estima que los mayores avances se dieron en países que reconocieron la autodeterminación de género.
Óscar Rodríguez, vocal de Relaciones Exteriores de la Felgtbiq+, aplaudió que España vuelva a situarse “a la vanguardia internacional” de los derechos del colectivo, como ocurrió con la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, cuando llegó a ocupar el segundo puesto de la clasificación, pero pidió no caer en la autocomplacencia y subrayó que seguirán trabajando para garantizar que los derechos alcanzados se apliquen en todo el territorio nacional, para contar con recursos específicos y para “frenar el discurso de odio, cada vez más presente en la esfera pública, que legitima la violencia en las calles”.
Malta encabeza el índice por octavo año consecutivo y Bélgica subió cuatro puntos, hasta situarse en el segundo puesto, al incluir en su legislación antidiscriminación los delitos de odio por identidad de género o características sexuales.
Dinamarca, destacó la Felgtbiq+, ocupa el tercer lugar, con una subida de dos puntos, gracias a su nuevo plan de acción para la igualdad, que incluye medidas específicas sobre orientación sexual e identidad de género.
La clasificación la cierran Azerbaiyán, Turquía, Rusia, Bielorrusia y Mónaco.