Familiares, amigos, políticos, representantes del mundo editorial y lectores despidieron el mediodía de este lunes al dibujante e historietista Francisco Ibáñez, fallecido a los 87 años, en una emotiva ceremonia en el Tanatorio Sancho de Ávila de Barcelona, que ha llenado una de las salas.

Al funeral asistieron el ministro de Cultura, Miquel Iceta; la consellera de Cultura, Nat´slia Garriga; la teniente de alcalde Maria Eugénia Gay; la directora general del Libro, la Lectura y el Cómic, Maria José Gálvez; la exalcaldesa Ada Colau, y la consejera delegada de Penguin Random House Grupo Editorial, Núria Cabutí, entre otros.

En la ceremonia, en la que sonaron 'Aquellas pequeñas cosas' de Joan Manuel Serrat al inicio y 'Qualsevol nit pot sortir el sol' de Jaume Sisa al final y tuvo como recordatorio un dibujo del propio Ibáñez, uno de los nietos del dibujante remacó en nombre de la familia que su fallecimiento deja "un hueco difícil de llenar, y ha asegurado que siempre lo tendrán en la memoria.

El editor Manuel de Cos y su amigo Climent explicaron anécdotas vividas junto al dibujante en sus multitudinarias firmas y subrayarobn su "humildad".

De Cos destacó que fue "sin duda, el más importante autor de cómic de este país", que fue traducido a diversos idiomas, e incidió en que siempre tenía en la cabeza a los lectores, con diversas generaciones acercándose a sus firmas y un cariño que no vio con otros autores.

Una de las anécdotas fue la de una madre junto a sus dos hijas, de siete y diez años, que llevaron un dibujo de Mortadelo y Filemón en homenaje al dibujante, y aseguraron que las historietas de Ibáñez son "superdivertidas y supergraciosas".