La vida en la Academia General Militar de Zaragoza –donde ingresará la princesa Leonor el próximo curso– está regida por unas estrictas normas de disciplina y jerarquía que se aplican en el día a día para los cadetes. Habitaciones compartidas, régimen interno, ejercicios de fuego real y exigentes pruebas físicas son algunas de las cosas que vivirá la primogénita de los Reyes a partir de agosto.
Las normas para los nuevos alumnos están compendiadas en el ‘Decálogo del Cadete’, que reúne las que se consideran reglas fundamentales para los futuros miembros de las Fuerzas Armadas. A su llegada, Leonor será encuadrada en el I Batallón de Cadetes y conocerá a los mandos militares al frente de su instrucción. Entonces empezará un módulo de adaptación y será alojada en camaretas para dos, cuatro o doce personas; pasará por la peluquería, se le entregará su equipo y comenzará sus primeras sesiones de orden cerrado.
Fuentes militares explicaron que el régimen es de internado, con un programa habitual se desarrolla de lunes a viernes, con los fines de semana libres a no ser que los alumnos estén de maniobras o arrestados.
Aunque el Gobierno y la Casa del Rey diseñaron un currículum específico para la princesa, una parte de la formación militar pasa por su instrucción “como combatientes” y las prácticas en el mando de pequeñas unidades. Para ello, Leonor se sumará a actividades como marchas, recorridos topográficos, ejercicios de tiro o ejercicios de fuego real.
Los compañeros de Leonor ya tendrán que haber superado unas estrictas pruebas antes de su acceso a la academia. Tendrán que demostrar su buen estado físico pero un filtro anterior lo marcará la nota de la EBAU, ya que las academias de las Fuerzas Armadas exigen para el acceso una alta nota de corte, similar a la de muchas ingenierías. En el último curso la academia del Ejército de Tierra la nota de corte para los que serán los primeros compañeros de la princesa fue de 12,2.