Los letrados en España de la familia de Edwin Arrieta, asesinado en Tailandia el pasado mes de agosto, acuden al juicio “con una gran expectativa”, satisfechos con el trabajo que se hizo hasta la fecha para demostrar que se trató de un asesinato premeditado, y confiando en que se haga justicia.
Los letrados Juan Gonzalo Ospina y Beatriz Uriarte, de Ospina Abogados, partieron en la tarde de este viernes desde el aeropuerto de Barajas hacia Tailandia para asistir a las primeras sesiones del juicio contra Daniel Sancho, acusado de la muerte del cirujano colombiano Edwin Arrieta, que comienza el martes, día 9.
Juan Gonzalo Ospina dijo a la prensa que acuden al juicio “a poder aportar experiencia, valor y algún consejo a los abogados locales en lo que se refiere a los posibles interrogatorios o análisis de la prueba”, pero siempre como espectadores, ya que los que intervienen en las sesiones son los letrados de aquel país.
Afirmó que afrontan el juicio “con una gran expectativa, satisfechos por el trabajo que se ha venido realizando hasta la fecha”, como la convalidación de los poderes necesarios y la revisión del atestado policial y de los autos.
Sobre si no duda de la veracidad de esos atestados, después de que la defensa de Daniel Sancho apuntara irregularidades afirmando que los agentes tailandeses le engañaron para que confesara el crimen, el letrado dijo que no les cabe “ninguna duda” del trabajo de la policía y confían en que cumplieron las normas.
“Ahora confiamos en que se haga justicia a partir del martes”, indicó el letrado, que expuso su deseo de que se dicte una sentencia condenatoria por un asesinato con premeditación, que según expuso es lo que demuestran los atestados.
Adelantó que, en el caso de que Daniel Sancho fuera condenado a pena de muerte, pedirían que se conmutara esa pena por cadena perpetua, ya que “la familia de Edwin Arrieta no busca venganza, sino justicia”. En este sentido dejó claro también que “no hemos escuchado el perdón del señor Sancho “.
Ospina explicó que los padres de Arrieta no podrán declarar por falta de medios técnicos para hacerlo por videoconferencia, por lo que no podrán mostrar al tribunal “el lado humano” de la pérdida de un hijo. El bufete no se siente defraudado porque lo relevante es demostrar los hechos.
El letrado confirmó que mantienen la petición de más de 400.000 euros como indemnización para la familia de Arrieta, aunque saben que “va a ser de difícil cobro” y que la hacen “más como una cuestión formal que como una material”, calculando lo que ganaba Arrieta y los años que le quedaban por trabajar.
Señaló que en el proceso no hubo ningún acercamiento para llegar a un acuerdo, aunque ellos tienen un trato cordial con los abogados de la defensa y siempre están “encantados de escuchar y de buscar posiciones que traten más del entendimiento que de un enfrentamiento”, en un juicio “muy duro y muy doloroso para todas la familias”.
El juicio, que estaba previsto que se prolongara un mes, podría acortarse debido a que no declararán los padres de Arrieta, algún forense o la novia de Sancho, precisaron fuentes jurídicas.