Los Mossos d'Esquadra han detenido a ocho personas en una operación que ha permitido desmantelar una red que robó joyas y más de 50.000 euros a al menos 14 ancianos de más de 80 años que vivían solos en Barcelona, actuando siempre por parejas y simulando ser revisores de suministros, principalmente del gas.

Según ha informado hoy sábado la policía autonómica, los detenidos, que han quedado en libertad con cargos por orden judicial, son cuatro hombres y cuatro mujeres, que actuaban siempre en pareja, de forma que mientras uno distraía al anciano el otro entraba en las estancias del piso buscando dinero en efectivo, joyas o libretas de ahorro, y que no dudaban a la hora de intimidar o violentar a las víctimas para que les proporcionaran el número secreto para extraer dinero.

La investigación, llevada a cabo por agentes de la comisaría de Sants-Montjuïc de Barcelona, ha desvelado que los detenidos seleccionaban a víctimas vulnerables, de más de 80 años y que vivían solas, para acudir a sus domicilios, tras haberles llamado para avisar de que acudirían operarios a realizar una revisión de suministros, generalmente del gas.

Una vez los detenidos, a quienes se atribuye los delitos de pertenencia a grupo criminal, hurto, robo violento y estafa, obtenían los datos personales de los ancianos, se reunían en un lugar cercano, llamaban a las víctimas para concertar una cita en unos minutos para hacer la revisión y se repartían en equipos de dos, tras lo cual iniciaban una ruta por varios inmuebles.

Hasta el momento, los Mossos han podido acreditar que los miembros de la red desarticulada cometieron 14 estafas de este tipo entre diciembre de 2021 y mayo de 2023, aunque la mayoría de ellas este año.

En concreto, los Mossos les atribuyen seis robos violentos y siete hurtos y estafas, con los que obtuvieron 51.733 euros -entre efectivo y extraído de las libretas-, así como varias joyas que vendían luego en el mercado negro.

Los miembros del grupo fueron detenidos el pasado 30 de mayo, en un dispositivo en el que se registraron dos viviendas en Barcelona en las que se intervinieron dinero, ropa, complementos, joyas y documentos.